FERGUSON.- Los manifestantes se reagruparon en la tarde del lunes en Ferguson, Missouri, después de que se declaró el estado de emergencia para prevenir que se repitan los hechos de violencia de la noche anterior, en el aniversario de la muerte de un hombre afroamericano desarmado a manos de la policía.
Manifestantes, algunos portando letreros, se reunieron en una calle cerca del lugar donde murió hace un año el adolescente negro Michael Brown víctima de los disparos del agente Darren Wilson, hecho que inició debate a nivel nacional sobre relaciones raciales.
La orden del estado de emergencia fue emitida para el suburbio de St. Louis y zonas cercanas en medio de las tensiones entre residentes y la policía después de que la policía disparó e hirió de gravedad a un hombre de 18 años en un tiroteo en la noche del domingo, lo que manchó lo que había sido un día de manifestaciones pacíficas.
Los fiscales acusaron al hombre, Tyrone Harris, quien se encuentra en estado grave en un hospital, de cuatro cargos de ataque contra la policía, cinco cargos de acciones criminales con armas y un cargo de disparar un arma de fuego contra un vehículo. Su fianza se fijó en 250.000 dólares.
El jefe ejecutivo de St. Louis, Steve Stenger, dijo que declaró el estado de emergencia debido al "potencial de daños a las personas y la propiedad".
En un día de desobediencia civil al que convocaron activistas para protestar contra la muerte de Brown y otros afroamericanos desarmados en Estados Unidos por disparos de la policía, 57 personas fueron arrestadas al traspasar las barricadas puestas ante una corte en St. Louis y bloquear la entrada, dijo la oficina del fiscal estadounidense para el distrito oriental de Missouri.
Nuevas manifestaciones
En la tarde del lunes, decenas de manifestantes fueron arrestados después de bloquear el tráfico durante la hora punta en la Interestatal 70 a poco kilómetros de Ferguson, según un testigo.
En una manifestación diferente, clérigos y grupos de derechos civiles lideraron una marcha de más de 100 personas por las calles de la ciudad, gritando, "Así es como se ve la democracia" y "las vidas de los afroamericanos importan".
El fallecimiento del joven y la subsiguiente absolución del policía Darren Wilson generaron una ola de manifestaciones, pacíficas y violentas, en Estados Unidos.
La muerte de Brown también generó un mayor escrutinio sobre los prejuicios raciales en el sistema de justicia criminal de Estados Unidos, dando origen al movimiento "Las vidas de afroamericanos importan", que ganó impulso debido a la muerte de otras personas desarmadas pertenecientes a minorías a manos de policías blancos en ciudades como Nueva York, Baltimore, Los Angeles, Cincinnati y Arlington, Texas.
Noche violenta
Lo que comenzó como protestas pacíficas en la noche del domingo en Ferguson se convirtió en caos, luego de que se escucharon disparos cuando policías con equipos antimotines intentaron dispersar a manifestantes que bloqueaban el tráfico y rompían ventanas de tiendas en una calle que fue el centro de los disturbios del año pasado tras la muerte de Brown.
El gobernador de ese estado, Jay Nixon, dijo que la violencia de la noche del domingo fue "un triste giro de la situación" provocado por elementos criminales y llamó a manifestaciones pacíficas el lunes.
Nixon, quien desplegó a la Guardia Nacional para calmar la violencia el año pasado, no mencionó ninguna medida de seguridad adicional para las manifestaciones.
La policía dijo que el tiroteo del domingo comenzó cuando dos grupos de agitadores aparentemente se atacaron entre sí. Cuando un hombre armado corrió por un estacionamiento, fue confrontado por cuatro detectives en un vehículo civil.