GINEBRA.- El enviado especial de la ONU para Libia, Bernardino León, dijo que espera que las facciones rivales que iniciaron hoy una nueva ronda de negociaciones políticas lleguen antes del final de agosto a un acuerdo sobre un gobierno de unidad, que incluirá anexos que detallarán su composición y funcionamiento.
"Si hay éxito, si hay voluntad política, creatividad y sabiduría, con propuestas sobre la mesa, entonces podría haber una ratificación, un voto final y una firma en las primeras semanas de septiembre", dijo en conferencia de prensa.
León dijo que el "calendario ideal" sería que estas negociaciones interlibias concluyeran antes del inicio de la Asamblea General de la ONU, que se inaugura el 21 de septiembre, para que el nuevo Gobierno pudiera participar en este foro y recibir el aval de la comunidad internacional.
"Sería ideal, pero sabemos que estamos en un proceso complejo, con muchos actores, desafíos... así que por ahora lo dejo así, como un calendario ideal. Veremos en las próximas dos a tres semanas si es posible cumplirlo", comentó.
Esta ronda de negociaciones pudo empezar hoy, con un día de retraso, tras la llegada a Ginebra de los representantes de las distintas facciones que se disputan el poder en Libia y controlan distintas zonas del país.
"Estoy complacido de ver a todos los actores alrededor de la mesa" de negociación, dijo León, quien actúa como mediador en este delicado proceso que se inició a principios de año y es visto como la única alternativa para estabilizar Libia.
"Hubo retraso para reanudar las conversaciones, pero ha valido la pena intentar reunirlos y que todos participen hoy y mañana en las conversaciones", declaró, tras la reticencia de la facción que controla Trípoli -el Congreso General de la Nación (CGN)- de enviar una delegación a esta ronda negociadora.
El CGN se negó a firmar el 11 de julio, al término de una ronda realizada en Marruecos, un acuerdo para la formación de un gobierno de unidad y había amenazado con no enviar una delegación a Ginebra sin garantías de que se podrían introducir modificaciones.
Ese documento, en cambio, sí fue suscrito por su rival, la Casa de los Representantes, el parlamento reconocido por la comunidad internacional y que tiene su sede en Tobruk (extremo noreste del país).
"Vamos a escuchar y abordar las preocupaciones de todas las partes... hemos trabajado siempre bajo el principio de inclusión y seguiremos haciéndolo", aseguró el enviado de la ONU.
Reconoció que estas negociaciones "sólo podrán ser exitosas" si podemos tranquilizar a todos" y cada uno de los partidos políticos libios "pueden expresar sus inquietudes, prioridades y expectativas".