SEÚL.- Corea del Norte amenazó hoy con represalias por los ejercicios militares conjuntos de Seúl y Washington, lo que ha contribuido a elevar el ambiente de tensión en la zona desde el ataque con minas a soldados surcoreanos.
El régimen de Kim Jong-un aseguró que responderá con "ataques sin piedad" a las maniobras militares de verano que los aliados comenzaron el miércoles en territorio surcoreano y que considera una "provocación", según un comunicado del Ministerio de Exteriores de Pyongyang publicado por la agencia estatal KCNA.
La cancillería destacó que el Ejército Popular norcoreano "tomará todas las medidas necesarias" contra lo que calificó como un intento de EE.UU. de provocar una guerra nuclear en la península de Corea.
Unos 2.000 soldados surcoreanos y estadounidenses de 47 unidades participan en un total de cuatro ejercicios en las maniobras conjuntas estivales de 2015, que tienen una mayor dimensión que en años anteriores.
El nuevo choque entre Corea del Norte y los aliados llega en un momento de elevada tensión desde que el día 4 dos soldados surcoreanos resultaran gravemente heridos por la explosión de tres minas antipersona en las cercanías de la frontera norcoreana.
Seúl concluyó que las minas fueron colocadas por soldados del Norte que, sin ser vistos, se habrían internado unos 440 metros en territorio surcoreano entre el 26 de julio y el 1 de agosto.
Corea del Norte de momento no se ha pronunciado en sus medios estatales para confirmar o desmentir su implicación.
Por su parte, Corea del Sur ha emitido una orden de alerta máxima en la zona y mantiene preparada su artillería ante la posibilidad de nuevas agresiones.
Además, reanudó la llamada "guerra psicológica" al reactivar por primera vez en más de una década los altavoces en la frontera que envían mensajes contra el régimen de los Kim.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.