TIANJIN.- Nuevas explosiones seguidos por incendios se produjeron hoy en el depósito de productos peligrosos que estalló hace tres días en la ciudad portuaria de Tianjin, en el norte de China.
Según la agencia de noticias China News Service, algunos reporteros habían oído siete u ocho nuevas explosiones. Sobre varios lugares del área afectada se alzaban columnas de humo. Ante el peligro de fugas de gases tóxicos, las autoridades ordenaron evacuar la zona en un radio de tres kilómetros y llamaron a la población a protegerse con mascarillas.
En un depósito de la ciudad portuaria explotaron la noche del miércoles al jueves varias toneladas de productos químicos. Las detonaciones causaron daños en varios kilómetros a la redonda.
Entre los 85 muertos registrados hasta el momento hay 21 bomberos. Trece rescatistas y un número desconocido de obreros portuarios siguen desaparecidos. La agencia estatal de noticias Xinhua informó que 721 personas heridas permanecen hospitalizadas, de las que 33 se encuentran en estado grave.
Varios familiares de bomberos desaparecidos asaltaron una conferencia de prensa y fueron repelidos por las fuerzas de seguridad. Nunca antes en la historia de la República Popular China habían muerto tantos bomberos en un accidente como en Tianjin.
Los bomberos fueron llamados a acudir al depósito sin conocer la naturaleza de los productos que estaban ardiendo. Además, lanzaron agua sobre los productos químicos, entre ellos cianuro sódico, una sustancia altamente tóxica, lo que puede provocar explosiones.
Las tareas de rescate avanzan lentamente debido al peligro que suponen los productos químicos almacenados. Más de 1.000 bomberos trabajan en las labores de extinción del fuego. Xinhua informó que un equipo de expertos militares especializados en la manipulación de productos químicos peligrosos se desplazó hoy a la zona del siniestro para buscar a supervivientes.
Según la agencia estatal de noticias, un hombre herido de mediana edad fue rescatado vivo a unos 50 metros del centro de las explosiones.
En respuesta a la catástrofe, el gobierno chino ordenó que en todo el país se realicen inspecciones en empresas que tratan productos químicos y sustancias explosivas peligrosas.
La Comisión de Seguridad Laboral señaló, citada por Xinhua, que el accidente ha revelado "un déficit de conciencia de seguridad en ciertas empresas y una aplicación laxa de las disposiciones de seguridad".
La comisión también criticó un "mantenimiento inadecuado de productos peligrosos en puertos, prácticas irregulares entre trabajadores, débiles reacciones de los equipos de rescate ante incidentes y una vigilancia laxa por parte de las autoridades". El gremio exigió que las autoridades ejerzan controles más estrictos sobre la manipulación de mercancías peligrosas. El depósito de productos químicos estaba situado a solo 500 o 600 metros de grandes zonas residenciales.