RÍO DE JANEIRO.- Mediodía del lunes en un barrio humilde de Rio de Janeiro: una mujer iba a depositar 17.000 dólares de la caja del supermercado en el que trabajaba cuando le dispararon para robarla. Dio dos pasos y cayó al suelo sin vida.
Algunas horas después, a 12 kms de allí, tres buses fueron incendiados en represalia a una operación policial, que terminó con un herido de bala.
Rio de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos de 2016, es una de las ciudades más violentas de Brasil con 3,4 personas asesinadas en promedio cada día en el primer semestre del año, según cifras oficiales.
Un video de seguridad registró los últimos minutos de vida de Mariana dos Santos da Silva, de 24 años. Vistiendo jeans y una camiseta amarilla, la joven caminaba con una mochila negra con 60.000 reales (US$ 17.000) hacia un banco en la transitada avenida Brasil, que comunica al centro con los suburbios, a la altura del barrio Irajá.
Un hombre intenta arrancarle el bolso por detrás pero al resistirse, un compañero del ladrón le disparó. Otros dos hombres desarmados que la escoltaban reaccionaron y también fueron heridos de bala, uno murió luego en el hospital, informó el sitio web del diario O Globo.
Al caer la noche, en el barrio Del Castilho, otro suburbio a 4 kms del estadio de atletismo para los Juegos Olímpicos, grúas trataban de llevarse las carrocerías quemadas y polvorientas de los buses incendiados por supuestos miembros de una banda de narcotraficantes en una favela próxima.
La protesta, apoyada por algunos pocos vecinos, se realizó después de una operación en la que la policía se incautó de marihuana, cocaína y crack y que terminó en un tiroteo entre narcos y policías, que dejó una persona herida.
Un total de 47.500 efectivos entre policías, guardias municipales, bomberos y miembros de la fuerza nacional, un cuerpo de élite que aglutina policías de otros estados del país, será desplegado para garantizar el orden público durante los Juegos, que se celebran entre el 5 y 21 de agosto de 2016.
