YAKARTA.- Las fuertes lluvias y la densa niebla están retrasando la recuperación y evacuación de los cadáveres de las 54 víctimas del accidente de avión ocurrido el domingo en una zona montañosa de la provincia indonesia de Papúa, informaron fuentes militares citadas hoy la agencia de noticias estatal Antara.
El lugar del accidente, en el distrito de Pegununungan Bintang, se encuentra en terreno montañoso de muy difícil acceso, por lo que transportar a las víctimas por tierra es muy difícil.
Por eso los equipos de rescate decidieron subir los cadáveres con ayuda de una cuerda hasta un helicóptero para trasladarlos por aire. Sin embargo, la lluvia está impidiendo ese trabajo por el momento, informó el coronel Sugiyono citado por la agencia de noticias Antara.
El jefe del equipo de rescate, Bambang Prasetyo, dijo que el mal tiempo les está obligando a llevar los cuerpos por tierra por el momento. Hasta ahora 27 cadáveres llegaron al hospital de Oksibil, la ciudad más cercana al lugar del accidente, tras un viaje por carretera de cinco horas, señaló otro funcionario, Heronimus Guru.
Por el momento se ha encontrado sólo la caja negra que graba las conversaciones de la cabina del avión, pero que la que recoge los datos de vuelo sigue desaparecida, apuntó Guru. Informaciones anteriores habían apuntado al hallazgo de ambas.
Además, en el lugar del accidente los equipos de rescate encontraron sacos con dinero en efectivo. A bordo del avión viajaban cuatro empleados de Correos con 6.500 millones de rupias (422.000 euros/470.000 dólares) en efectivo que iba a ser distribuido entre personas necesitadas en la región de Oksibil.
El avión de turbohélice ATR 42-300 operado por Trigana Air Service se accidentó cuando cubría el trayecto de la capital provincial Jayapura a Oksibil, en el distrito de Pegunungan Bintang, unos 10 minutos antes de llegar a su destino. El gobierno indonesio confirmó el martes la muerte de las 54 personas que iban a bordo.
Durante el vuelo -cuyo trayecto suele durar 55 minutos- había mal tiempo, pero el piloto no activó ninguna llamada de emergencia, según los datos disponibles.
Papúa depende en gran medida del transporte aéreo a causa de su limitada red de carreteras en medio de la jungla.
Este accidente es el tercero de envergadura en Indonesia en ocho meses, lo que ha levantado dudas sobre la seguridad aérea en el país.
El 28 de diciembre el vuelo QZ8501 de AirAsia se estrelló en el mar de Java y causó la muerte de 162 personas, mientras que en junio perecieron al menos otras 141 después de que un C-130 de la Fuerza Aérea indonesia chocara contra un área residencial en Medan, en el norte de Sumatra, y se incendiara.