MIAMI.- Grupos de derechos civiles de Estados Unidos temen un "contragolpe" de los crímenes de odio contra la comunidad hispana debido a la retórica antiinmigrante del precandidato republicano a la Presidencia Donald Trump.
"Se está creando de nuevo una atmósfera envenenada contra los latinos", alertó hoy Mark Potok, vocero del Southern Poverty Law Center (SPLC), un centro que analiza los grupos de odio en EEUU.
El experto se mostró preocupado que de la mano de Trump el debate migratorio volvió al uso de términos despectivos como "bebés ancla", con la solicitud del magnate inmobiliario de quitar la ciudadanía automática a los hijos de indocumentados nacidos en el país.
Potok recordó que una retórica como esta disparó en más de un 40 % los crímenes de odio contra hispanos entre 2003 y 2007 durante una época en la que el entonces presentador de la cadena de televisión CNN Lou Dobbs incluso llegó a sugerir que los inmigrantes traían la lepra.
En junio pasado, Trump se refirió a los indocumentados de origen mexicano como "criminales" y violadores" durante la presentación de su candidatura, a lo que sumó recientemente un duro plan migratorio contra los "bebés ancla" y que busca deportar a todos los indocumentados.
"Esta clase de palabras tienen consecuencias, se convierten en ataques criminales, especialmente si vienen de personajes bien conocidos", aseguró Potok.
La semana pasada, la Policía de Boston (Massachusetts) reportó que la paliza propinada por dos hermanos a un indigente de origen hispano fue inspirada por los comentarios de Trump.
La víctima, de 58 años y que dormía en la calle, se despertó al ser orinado por los hermanos que le golpearon con una barra de metal.
Robert Trestan, directivo de la Liga Antidifamación Judía (ADL) en la región de Nueva Inglaterra, donde se asienta Boston, expresó a Efe que los candidatos, funcionarios electos y líderes comunitarios "deben abstenerse de utilizar lenguaje incendiario, ya que esto tiene un impacto en el terreno, que es lo que sucedió en Boston".
El informe policial divulgado por la prensa reveló que uno de los hermanos comentó tras la paliza que "Trump tiene razón, y todos estos ilegales deberían ser deportados".
"Siempre hay una preocupación de un contragolpe cuando el lenguaje que deshumaniza o estereotipa a un grupo de personas se convierte en un lugar común y es aceptado", advirtió Trestan.
"Trump está cohesionando fuerzas de odio que a veces son dispersas o no tienen tanto perfil en una fuerza muy peligrosa", dijo hoy a Efe Salvador Sarmiento, directivo de NDLON, una coalición nacional que agrupa a más 45 grupos de trabajadores inmigrantes.
Este discurso de odio es "alarmante porque siempre va ligado con una tendencia a la violencia, a la agresión", agregó Sarmiento.
Más de 7.200 personas fueron víctimas de crímenes de odio en 2013, un 48,5 % de los casos motivados por sesgos raciales y un 11,1 % por discriminación étnica, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
"Los crímenes de odio tienen un impacto devastador más allá de la persona en cuestión; cuando un autor de un crimen selecciona una víctima a causa de su origen étnico o cualquier otra característica puede dejar a toda una comunidad temerosa, vulnerable y aislada", expresó Trestan.