Los profesores piden un salario de 30.000 pesos uruguayos (unos 1.000 dólares) por 20 horas semanales de trabajo.
El Mercurio
MONTEVIDEO.- Los docentes en Uruguay decidieron este martes mantener su paralización en reclamo de mejoras salariales, pese a algunos acercamientos con el Gobierno.
Al respecto, las autoridades determinaron que si el conflicto se extiende al 2016 se retirarán los aumentos ya comprometidos.
Los profesores optaron por continuar el paro aunque el Gobierno retiró un polémico decreto que los obligaba a impartir clases al declarar a la educación como un servicio esencial.
Desde el miércoles, y por primera vez desde que la democracia fue restablecida en 1985, regía un decreto de esencialidad en la educación dictado por el Presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, una medida considerada excesiva por los sindicatos porque vulneraría su derecho a huelga.
El domingo por la noche se firmó un acta entre los sindicatos y las autoridades para dejar inactivo el decreto y para que las clases se retomaran con normalidad.
Sin embargo, los sindicatos resolvieron en asamblea prolongar las movilizaciones porque no se alcanzó el incremento salarial reclamado por los docentes de 30.000 pesos uruguayos (unos 1.000 dólares) por 20 horas semanales de trabajo.
El Ejecutivo entregó el lunes por la noche al Congreso el proyecto de ley con el presupuesto quinquenal, donde determina que si no se alcanza un acuerdo con los gremios de la educación al 2016, el dinero asignado para salarios docentes será íntegramente invertido en infraestructura educativa.
La secretaria general de la Asociación de Maestros del Uruguay, Raquel Bruschera, consideró "una amenaza" la medida.
"Es eso o es nada (...) se está buscando introducir conceptos empresariales en la educación", dijo en entrevista con una radio uruguaya.
El Gobierno propuso un incremento salarial de un 20 por ciento hasta los 25.000 pesos uruguayos (unos 860 dólares) más bonos por asistencia y ajustes por inflación.
El presupuesto previsto para la educación representará un 4,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos dos años, desde el 4,5 por ciento actual. El prometido 6 por ciento del PIB sería alcanzado a fines del período, en 2019.
