LUXEMBURGO.- Países de la Unión Europea (UE) como Eslovaquia y Lituania pidieron este sábado estabilizar y controlar más las fronteras exteriores antes de decidir un reparto de refugiados en todo el territorio comunitario basado en cuotas.
"Cómo se puede discutir de cuotas cuando sigue habiendo una gran entrada de refugiados y no sabemos de qué cifra estamos hablando", indicó el ministro eslovaco de Exteriores, Miroslav Lajcak, a su llegada a una reunión informal de ministros europeos del ramo en la que abordarán en profundidad la actual crisis migratoria.
"Hay que estabilizar las fronteras, poner en práctica Schengen. Y, una vez que sepamos cuál es el número de personas del que estamos hablando, entonces discutir sobre cuotas", señaló el ministro eslovaco, junto con advertir que habría un "efecto llamada" entre los refugiados "si supieran que van a ser distribuidos por los Estados miembros".
Lajcak aseguró no estar en contra de las cuotas, pero afirmó que "es un asunto sensible, no es una decisión arbitraria y burocrática", y pidió tener en cuenta "la situación específica y la disposición de cada país y también los intereses de los migrantes".
La Comisión Europea planteará la próxima semana a los Estados miembros repartirse otros 120.000 refugiados.
Eslovaquia propone una "discusión sobre las causas (de la llegada de refugiados) y el control de las fronteras", algo que defendió también el ministro de Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius.
"Estamos dispuestos a asumir, sobre una base voluntaria, más (refugiados) que hasta ahora. Pero hay que hacer frente a las raíces, las causas, y hacer más para controlar este proceso; hasta ahora ni siquiera se está controlando", declaró.
Sobre las cuotas, señaló que "en vez de hablar interminablemente de números, vamos a intentar entender lo que está pasando, distinguir los flujos de migrantes, los que huyen de la guerra de los que buscan una mejor vida".
"En vez de echarnos las culpas vamos a centrarnos en lograr una decisión común", dijo.
Sobre la propuesta checa de crear un corredor entre Hungría y Alemania, Linkevicius afirmó que "hay muchas propuestas, estamos aquí para discutirlas", al igual que la que han formulado Alemania, Francia e Italia.
El ministro chipriota, Ioannis Kasoulides, mostró su apoyo a esa propuesta y pidió que no prevalezcan las "minorías xenófobas que ha habido siempre en Europa" sobre una "mayoría silenciosa que es compasiva".
Por su parte, el titular de Hungría, Péter Szijjártó, consideró que la marcha de refugiados en su país hacia la frontera austríaca es "consecuencia del fracaso de la política de migración de la UE y de las graves e irresponsables declaraciones hechas por políticos europeos".
El Gobierno húngaro anunció anoche que ponía a disposición unos cien autobuses para trasladar a los refugiados en territorio magiar hasta la frontera, adonde la policía austríaca estima que llegarán en las próximas horas unas 10.000 personas.
Szijjártó aseguró que los refugiados en su país "cada vez están más agresivos, rechazan la cooperación de las autoridades, no quieren ser registrados ni ir a los lugares determinados para ellos".
Por otro lado, la ministra croata, Vesna Pusic, afirmó estar "en contra de las vallas pero es una decisión de cada país si quiere vallarse", en referencia a la posibilidad expresada por Hungría de levantar una barrera en su frontera con ese país, como ha hecho con Serbia.
"Croacia ciertamente no va a poner ninguna valla", apuntó.
Por último el ministro belga, Didier Reynders, aseguró que "no hay razón de rechazar el asilo a personas que vienen de países en guerra, que arriesgan su vida enormemente para llegar a Europa", y pidió "repartir correctamente la acogida".