PARÍS.- El Presidente francés, Francois Hollande, sin eludir la responsabilidad de los europeos para acoger refugiados, insistió este martes en que hay que privilegiar que no salgan de Medio Oriente y que "puedan ser acogidos en las mejores condiciones en los países vecinos".
Hollande, se refirió a las víctimas de las persecuciones religiosas y étnicas, e insistió en que "lo que está en juego en Medio Oriente es el fin de una historia, la de la pluralidad, la de la diversidad, del diálogo".
Así, consideró que la salida de la región de minorías perseguidas por el Estado Islámico (EI) es una victoria para el grupo terrorista, que pretende "hacer reinar el miedo" y un repliegue de las comunidades.
Por eso reclamó ayuda a los países de la región que acogen a 4 millones de refugiados sirios que han huido de su país, en particular Turquía, Líbano y Jordania.
Además, advirtió de que en caso de no hacerlo ahora, habrá que hacerlo "más tarde en condiciones más dramáticas", después de haber recordado que ya ha habido 3.000 víctimas en la travesía del Mediterráneo para entrar en Europa.
En cualquier caso, el jefe del Estado francés afirmó que su país acogerá a los que huyen de Medio Oriente, de acuerdo con una regla europea que "deberá repartir a los refugiados entre los diferentes Estados".
Pero, subrayó que hay que "tratar las causas en lugar de las consecuencias", y de ahí la implicación de Francia en la coalición internacional que bombardea objetivos del EI en Irak y, desde la inflexión que él mismo anunció ayer, también en Siria.
Sobre todo, afirmó que "la urgencia es política", y que los esfuerzos deben centrarse en "una transición política en Siria" en la que París excluye que pueda participar el Presidente, Bashar el Assad, aunque no elementos de su régimen.
Unos 60 países están representados en esta conferencia sobre las víctimas de las persecuciones religiosas y étnicas, organizada en común por Francia y Jordania.
