WASHINGTON.- La última vez que un rey de España pisó la Casa Blanca fue en febrero de 2010, cuando Barack Obama invitó a almorzar a Juan Carlos I. Más de cinco años y medio después, vuelve a abrir la puerta a un monarca español. Felipe VI y la reina Letizia se verán allí esta semana con él y su esposa, Michelle.
Los reyes aterrizan el lunes en Estados Unidos, aunque su agenda oficial no comenzará hasta el martes, justo el día en el que Letizia celebra su 43 cumpleaños. Tras el de México, en junio, éste es su segundo viaje oficial como monarcas a territorio americano.
Su agenda hasta el viernes tiene tres etapas: Washington, Miami y San Agustín, que es la ciudad más antigua de la Unión. Fundada por el español Pedro Menéndez de Avilés en la Florida, celebra su 450 aniversario y los reyes quieren destacar con su presencia la contribución española a la formación de Estados Unidos.
La primera visita oficial de la pareja real española se produce más de un año después de la proclamación del monarca, que en este tiempo ha conseguido reparar los daños que la imagen de la corona sufrió en los últimos tiempos del reinado de su padre.
Las encuestas le dan un buen nivel de aceptación entre los españoles en un momento de incertidumbre política, con la amenaza de secesión de Cataluña y un escenario futuro difícil de predecir ante el empuje de los partidos emergentes en las elecciones generales de diciembre.
Son temas que probablemente aborden Obama y el rey cuando se vean en la Casa Blanca, además de la situación internacional y el buen momento de las relaciones entre los dos países.
La base de Morón, en Sevilla, se convertirá en sede permanente de las fuerzas estadounidenses para la intervención en µfrica con la reforma del convenio bilateral de defensa, recientemente ratificado por el Senado, que les permite desplegar hasta 3.500 marines allí en caso de crisis.
Felipe y Letizia ya conocen a los Obama. Las dos parejas estuvieron juntas el año pasado, cuando los reyes viajaron a Nueva York con motivo de la primera intervención del monarca en la Asamblea General de la ONU, donde volverá a hablar a finales de este mes.
Sin embargo, el presidente norteamericano, ya en la recta final de su segundo y último mandato, no ha estado nunca de visita oficial en España. Su secretario de Estado, John Kerry, iba a haber viajado a Madrid hace unos meses, pero el accidente en bicicleta que sufrió en Francia en mayo lo impidió.
La que sí viajó a España es Michelle Obama. En el verano de 2010 aprovechó unas vacaciones privadas en el país junto a su hija Sasha para visitar a los entonces reyes, Juan Carlos y Sofía, en el palacio mallorquín de Marivent. Felipe no estaba allí y Letizia, entonces princesa de Asturias, ejerció de anfitriona junto a sus suegros.
Washington, la primera etapa del viaje de los reyes, es una ciudad por la que Felipe VI siente especial apego. Allí vivió entre 1993 y 1995, cuando realizó un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown.
El miércoles por la noche, la institución ofrecerá una cena en honor de los monarcas, que unas horas antes tienen previsto participar en esa universidad en la presentación del primer encuentro de científicos españoles en Estados Unidos.
En la agenda de los reyes en la capital norteamericana hay previstas también una ofrenda floral en el panteón de George Washington y su esposa, en el famoso Cementerio de Mount Vernon, donde visitarán la residencia museo y la Biblioteca en la que se investiga el legado del primer presidente de Estados Unidos.
Se reunirán también con la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, verán a una representación de los españoles que residen en Washington y, mientras el rey se reúne el miércoles con empresarios, la reina visitará el Instituto Nacional del Cáncer.
La visita continuará el jueves en Miami, donde en noviembre de 2013 fueron objeto de una clamorosa acogida cuando aún eran príncipes de Asturias. El viernes estarán en San Agustín, donde además de celebrar los 450 años de la ciudad, participarán en el XX Foro España-Estados Unidos.
