Los refugiados están acusados de haber "dañado" la barrera que evitaba su entrada al país.
EFE
ROSZKE.- Hungría anunció este martes el arresto de 60 inmigrantes, acusados de haber "dañado" la valla de 175 kilómetros en la frontera con Serbia. Este delito está penado con cinco años de prisión, en virtud de la nueva legislación que entró en vigor a medianoche.
"La Policía ha abierto un proceso penal en su contra", dijo Gyorgy Bakondi, un vocero del Gobierno durante una rueda de prensa en Szeged, en el sur de Hungría.
Este país, el principal lugar de tránsito para quienes quieren llegar a Alemania, además de la nueva ley, también cerró sus fronteras.
Fue desde este lunes a medianoche, que la Policía húngara tomó posiciones en el paso fronterizo con Serbia, cerca de Roszke, para impedir la entrada de refugiados.
"Habíamos oído que los húngaros querían cerrar su frontera pero nos dijeron que sería el martes", explicó el lunes Hasán, un sirio de unos 30 años rodeado de varias personas que lloraban.
El martes por la mañana, cerca de 300 inmigrantes, entre ellos varios niños, esperaban la reapertura del paso y algunos durmieron en el lugar en cincuenta tiendas de campaña proporcionadas por asociaciones humanitarias.
El lunes pasaron por la zona 9.380 migrantes, una cifra récord que lleva a 200.000 el número de personas que han entrado en Hungría en lo que va de año.
Tras el fracaso del lunes en Bruselas, Alemania sugirió la posibilidad de reducir los fondos estructurales europeos -que reciben entre otros Hungría, Polonia o Eslovaquia- a aquellos países que se niegan a aplicar el sistema de cuotas obligatorias.