EFE
SOFÍA.- Unos 2.000 refugiados se dirigen a pie desde la ciudad turca de Edirne hacia la frontera con Bulgaria, con la intención de seguir su camino hacia los países ricos de Europa, evitando la peligrosa ruta marítima que cruza el Egeo hasta Grecia.
La Policía turca ha impedido a los refugiados acercarse a los puntos fronterizos búlgaros, como hizo ya ayer con quienes trataban de dirigirse hacia los límites con Grecia.
"En una semana hemos detenido y enviado de vuelta a unos 7.000 refugiados. No permitiremos que los refugiados marchen a los puestos fronterizos de Grecia y Bulgaria", señaló a Ali Sahin, gobernador de Edirne.
Bulgaria avanza en la construcción de una alambrada a lo largo de su frontera con Turquía para frenar la llegada de refugiados y calcula que la mitad de ella estará instalada antes del próximo invierno.
Muchos refugiados tratan de usar esta ruta terrestre porque la marítima por el mar Egeo, por la que miles de refugiados pasan a las islas griegas usando frágiles y atestadas embarcaciones, lo cual es es peligroso para las personas.