ATENAS.- La izquierda liderada por Alexis Tsipras se impuso hoy claramente en las elecciones parlamentarias celebradas en Grecia. Tras el recuento de aproximadamente el 80% de los votos, la coalición Syriza sumaba el 35,5% del apoyo.
Su mayor rival, la Nea Dimokratia (ND) de Evangelos Meimarakis, sumó el 28,2% de los votos.
Luego de conocer los resultados, Tsipras acordó de inmediato volver a formar una coalición de gobierno con el presidente del partido populista de derecha Griegos Independientes (Anel), Panos Kammenos. Se espera que este mismo lunes Tsipras asuma como primer ministro.
Desde el comienzo de la crisis en 2009, en Grecia se sucedieron ya cinco gobiernos. Las elecciones parlamentarias de hoy fueron las cuartas desde 2010.
La coalición de izquierda y derecha ya gobernó el país por siete meses tras las elecciones de enero. En ese entonces Tsipras negoció con los acreedores el tercer paquete de ayudas a Grecia de hasta 86.000 millones de euros, a cambio de los cuales en los próximos años se deberán implementar recortes y reformas.
En un discurso pronunciado esta noche en el centro de Atenas, Tsipras señaló: "El pueblo de Grecia nos ha dado un claro mandato para luchar dentro y fuera del país por el orgullo de nuestra población". También admitió que Grecia deberá atravesar momentos difíciles a raíz de los recortes y que no hay soluciones "mágicas", pero aseguró que su gobierno "protegerá a los más débiles socialmente".
Uno de cada cuatro griegos es desempleado. Entre los menores de 25, casi la mitad no tiene trabajo.
Antes de las elecciones, las encuestas hacían vislumbrar un resultado más ajustado entre la izquierda y los conservadores. Sin embargo, los resultados se asemejan bastante a los de enero, a pesar del cambio de rumbo político encarado desde entonces por Tsipras.
En las elecciones parlamentarias de principios de enero, Syriza alcanzó el 36,3% de los votos y ND, el 27,8%. La tercera fuerza es también esta vez la agrupación radical de derecha Amanecer Dorado con alrededor del 7% de los sufragios.
Las elecciones adelantadas debieron celebrarse luego de que Tsipras presentara su renuncia como primer ministro el 20 de agosto para deshacerse de los oponentes dentro de su propio partido y asegurarse un mandato estable a través de los votantes.
La política de recortes acordada con los acreedores dividió a Syriza. Según los resultados preliminares, los escindidos, agrupados en Unidad Popular (Lae), no alcanzarían la cantidad de votos suficientes para acceder al Parlamento. Hasta el momento, sumaron el 2,9% y se ubicaron así debajo de la barrera del tres%.
Según el recuento, Syriza alcanzaría 145 escaños en el Parlamento y Anel, 10. Para una mayoría absoluta hacen falta 151 de los 300 lugares en el Parlamento. ND sumaría 75 mandatos y Amanecer Dorado, 18. El movimiento panhelénico socialista Pasok y la izquierda democrática Dimar, que formaron una alianza para los comicios, sumarían 17 escaños, y los comunistas, 15, informó el Ministerio del Interior. El partido de centro To Potami alcanzaría 11 mandatos y la Unión de Centro, 9.
En su campaña electoral, Tsipras prometió un programa de recortes "más suave", cuyos detalles aún deben negociarse. Además, prometió mejoras en la reducción de la deuda.
El camino a la nueva victoria
En enero, Tsipras había asumido con la promesa de revertir el programa de recortes impuesto por los acreedores de la Comisión de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Las negociaciones se extendieron siete meses. Antes de un encuentro decisivo del Eurogrupo sobre el siguiente tramo del segundo paquete de ayudas en junio, el jefe de gobierno de izquierda anunció sorpresivamente un referéndum sobre las propuestas de los acreedores desatando el malestar de éstos, que incluso analizaron excluir a Grecia de la eurozona.
Los bancos del país cerraron temporalmente y se implementaron controles de capital, porque los ciudadanos retiraban su dinero de sus cuentas.
Tras la consulta popular, en la que se rechazaron los recortes, Tsipras cambió de rumbo y finalmente aceptó los recortes y las reformas como parte de un tercer paquete de ayudas para su país. Entre las medidas previstas, figuran la privatización de empresas estatales y la liberalización del mercado de trabajo. A cambio, Grecia recibirá créditos por hasta 86.000 millones de euros.