BEIJING.- Una empresaria estadounidense lleva seis meses detenida en China acusada de espionaje, anunciaron el lunes sus cercanos, un caso que podría complicar la visita oficial del presidente chino Xi Jinping a Estados Unidos programada para esta semana.
Desde marzo, el ministerio chino de la Seguridad de Estado retiene a Sandy Phan-Gillis, investigada por "espionaje y robo de secretos de Estado" según la web savesandy.org, que publica información sobre el caso.
La empresaria fue detenida cuando iba a entrar en la región administrativa especial de Macao (sur de China) tras una visita a la China continental con una delegación comercial de Houston (Texas), su ciudad natal, donde forma parte del consejo local para el comercio y el desarrollo internacional.
El grupo de cinco personas visitó ciudades chinas como Beijing, Cantón y Shenzhen pero sólo fue detenida ella, nacida en Vietnam y cuya familia sería originaria del sur de China, indica la web.
"Sandy no es ni una espía ni una ladrona", asegura su marido, Jeff Gillis.
El caso, que no se dio a conocer hasta ahora, coincide con la visita a Estados Unidos a partir del jueves del presidente Xi Jinping, donde se reunirá con Barack Obama.
Según sus familiares, Sandy Phan-Gillis "no está autorizada a ver o hablar con sus amigos, su familia o sus abogados", aunque funcionarios del consulado estadounidense en Cantón la visitan una vez al mes.
Según la web, las autoridades chinas han reconocido que no existen pruebas suficientes para inculpar formalmente a la empresaria, que estaría "en muy mal estado de salud" por sus problemas de hipertensión.
En los últimos años hubo casos similares, como el de Xue Feng, un geólogo estadounidense nacido en China condenado por robo de secretos de Estado y que fue liberado el pasado mes de abril, tras siete años de prisión.
En 2010, el australiano Stern Hu, un alto dirigente de la compañía minera Rio Tinto, fue condenado a diez años de prisión por corrupción y espionaje industrial.