BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE iniciaron este miércoles su reunión extraordinaria sobre la crisis de refugiados, en la que intentarán dar una respuesta conjunta a la llegada masiva de demandantes de asilo y buscar medidas para actuar sobre la raíz del problema.
Los líderes se reúnen en un ambiente de fuerte división interna después de que este martes los ministros europeos del Interior forzasen el voto para aprobar el reparto de 120.000 refugiados, al que se opusieron Eslovaquia, República Checa, Hungría y Rumanía, y Finlandia se abstuvo.
Los Veintiocho esperan aprobar hoy miércoles por consenso una declaración general sobre el futuro de la política de migración y asilo europeo, en la que previsiblemente insistirán en la necesidad de reforzar las fronteras exteriores para preservar el área de libre circulación de Schengen, así como en la colaboración con países de origen como Siria e Irak, y de tránsito como Turquía, Jordania y Líbano.
También harán hincapié en la necesidad de que los países que constituyen punto de entrada a la UE, como Grecia e Italia, apliquen estrictamente las normas de registro y toma de huellas dactilares de los solicitantes de asilo y eviten dejar pasar a estas personas a otros países comunitarios.
Igualmente, indicarán cuáles son las medidas que consideran más urgentes y deberían adoptarse ya en octubre para hacer frente a las crisis de refugiados.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió hoy a los líderes comunitarios un plan concreto y común para hacer frente a la crisis de los refugiados, y consideró que la cuestión más urgente es "recuperar el control" de las fronteras exteriores de la UE.
"Hemos llegado al momento crítico en el que necesitamos también poner fin a este ciclo de recriminaciones mutuas y malos entendidos", subrayó Tusk, quien adelantó que propondrá a los Veintiocho ayudar a los refugiados en la región -a través del Programa Mundial de Alimentos y ACNUR- y dar más asistencia a Turquía, Jordania y Líbano y otros países.
Señaló que igualmente pedirá más ayuda para los países comunitarios en el punto de entrada de refugiados a la UE y al reforzamiento inmediato del control de las fronteras externas mediante Frontex, la Oficina Europea de Asilo (EASO) y Europol.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, confió en que los líderes respalden las nuevas medidas propuestas por Bruselas, incluida la aportación de 1.700 millones de euros adicionales para responder a la crisis de refugiados.
"Es hora de actuar, de convertir las palabras en acciones ambiciosos", afirmó.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, confió en que los líderes den hoy con una fórmula aceptable para todos para gestionar la llegada de refugiados y en ese contexto, apoyó los criterios que Bruselas ha defendido para hacer esa distribución entre los países.
También expresó la disposición del PE a apoyar las propuestas de la CE y a acelerar los procedimientos para su puesta en marcha.