AFP
MINA.- Las autoridades saudíes prometieron una investigación "rápida y transparente" de la estampida, que dejó más de 700 muertos el jueves en Mina, cerca de La Meca, durante la peregrinación anual de los musulmanes al primer lugar santo del islam.
La avalancha tuvo lugar en el primer día del Aid al Adha (fiesta del sacrificio), durante el ritual de la lapidación de Satán en Mina, que consiste en lanzar piedras contra estelas que lo representan.
Varias personas que abandonaban una de las estelas se cruzaron con un gran número de peregrinos que querían acceder al lugar, precisó un responsable del ministerio de Salud.
El rey Salman, que recibió en la noche a los responsables de la peregrinación, dijo que espera "lo más pronto" posible resultados de la investigación y agregó que ordenó "una revisión de los planes" de organización de este ritual para que los fieles lo celebren "en seguridad".
En una primera reacción oficial, el ministro de Salud, Jaled al Falih, prometió una investigación "rápida y transparente" del accidente, que atribuyó a una falta de disciplina de los peregrinos.
Más prudente, el portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur Turki, recomendó "no avanzar las conclusiones de la investigación", ya que "el importante calor y el estado de fatiga de los peregrinos también influyeron en el número elevado de víctimas".
Esta tragedia es la más mortífera durante la peregrinación, o "hach", desde hace 25 años en Arabia Saudita, a donde viajan cada año dos millones de peregrinos.
Desde 1990, seis de los siete principales accidentes ocurridos durante el hach se produjeron en el ritual de la lapidación.
La peor tragedia tuvo lugar en julio de 1990: 1.426 peregrinos, en su mayoría asiáticos, fallecieron en un túnel de Mina a raíz de una estampida provocada al parecer por una avería del sistema de ventilación.