El Papa Francisco también criticó los mecanismos financieros internacionales y los llamó a "velar por el desarrollo sostenible de los países"
EFE
SANTIAGO.- El Papa Francisco se pronunció esta mañana ante los líderes mundiales asistentes a la Asamblea General de la ONU, donde dijo que "la guerra es la negación de todos los derechos".
"Si se quiere un verdadero desarrollo humano para todos, se debe continuar con la tarea de evitar la guerra entre las naciones y los pueblos", enfatizó Francisco.
Además, el Papa sostuvo que "para tal fin hay que asegurar el imperio incontestado del derecho, el infatigable recurso a la negociación a los buenos oficios y al arbitraje como propone la carta de las Naciones Unidas".
"Asfixia" del sistema financiero mundial
El jefe máximo de la Iglesia Católica también criticó los mecanismos financieros internacionales y los llamó a "velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios"
"Lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia", agregó el Pontífice.
El Papa realizó este llamado de atención en medio de la crisis de la deuda externa que afecta a Grecia y las drásticas medidas de austeridad que sus acreedores exigen para sostener al país.
El narcotráfico
El primer Papa del continente americano también fue categórico al referirse al tráfico de drogas, una problemática que a su parecer "silenciosamente viene cobrando la muerte de millones de personas".
"Otra clase de guerra viven muchas de nuestras sociedades con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra 'asumida' y pobremente combatida", recalcó el Pontífice.
Proteger el medio ambiente
Durante su discurso, el Papa también se refirió a la importancia del cuidado del medio ambiente: "La crisis ecológica junto con la destrucción de buena parte de la biodiversidad puede poner en peligro la existencia misma de la especie humana", afirmó.
Asimismo, expresó que esto es por "la nefasta consecuencia irresponsable del desgobierno de la economía mundial, guiado sólo por la ambición del lucro y del poder".
El Pontífice recalcó que "la defensa del ambiente y la lucha contra la exclusión exigen el reconocimiento de una ley moral inscrita en la propia naturaleza humana".
Francisco marcó así el tono antes de una cumbre sobre el desarrollo que se abrió inmediatamente después en la ONU, y en la cual se espera que más de 150 dirigentes mundiales adopten un ambicioso plan de acción para los próximos 15 años en materia de pobreza, salud, educación y medio ambiente
