MOSCÚ.- El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, consideró este jueves "infundado" que los países occidentales pongan en duda que su país hubiera bombardeado al grupo Estado Islámico (EI) en sus primeros ataques en Siria.
"Los rumores de que el blanco de estos ataques no era el EI carecen de todo fundamento", declaró el ministro, citado en un comunicado después de una reunión con su homólogo estadounidense John Kerry en Nueva York. Añadió que no tenía "ninguna información" sobre posibles víctimas civiles.
Lavrov asegura haber dicho a Kerry "con total honestidad" que Rusia intervenía, a petición de la presidencia siria, para combatir "exclusivamente al Estado Islámico y los otros grupos terroristas".
La aviación rusa llevó a cabo el miércoles sus primeros bombardeos en Siria, a petición del presidente Bashar Al Asad.
Rápidamente, los países occidentales y la oposición siria en el exilio emitieron dudas sobre la elección de los blancos atacados por los cazabombarderos rusos.
El secretario de Defensa estadounidense Ashton Carter consideró que "probablemente no" apuntaban a los yihadistas del EI y estimó que la iniciativa rusa acabaría mal si se fijaba como único objetivo la defensa del régimen sirio.
Hay "indicios de que los ataques rusos no fueron contra Daesh", acrónimo árabe del EI, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius. "Habría que verificar cuáles eran los objetivos" de los aviones rusos.
Más conciliador, John Kerry declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Washington está dispuesto a "acoger favorablemente" el empleo de la fuerza aérea rusa con la condición de que sea contra el EI y Al Qaida.
Moscú respondió que su aviación realizó 20 salidas y alcanzó "ocho blancos del grupo Estado Islámico".