En 1969, Masaru Okunishi fue condenado a muerte.
Ajw.asahi.com
TOKIO.- El preso nipón Masaru Okunishi, que durante décadas defendió su inocencia y pidió reabrir su caso tras ser condenado a muerte por asesinato en 1972, ha fallecido a causa de una neumonía a los 89 años en una cárcel de Tokio, informaron hoy medios locales.
Okunishi fue condenado por envenenar en 1961 a 17 personas, cinco de las cuales (entre ellas su mujer) murieron por intoxicación. Y al ser arrestado, inicialmente confesó que había envenenado con pesticida el vino que se sirvió en una comida multitudinaria en la localidad donde residía, Nabari (centro de Japón), para poner fin a un "triángulo amoroso" formado por él, su esposa y otra mujer que asistió al evento. Pero se retractó antes de ser acusado formalmente y en 1964 un tribunal de distrito lo absolvió por falta de pruebas.
Sin embargo, en 1969 una instancia superior lo condenó a muerte y el Tribunal Supremo nipón ratificó la sentencia en 1972.
Durante los 43 años que pasó en el corredor de la muerte Okunishi sostuvo su inocencia y a través de sus abogados luchó para intentar que se repitiera el juicio.
Inicialmente logró en 2005 que un alto tribunal aceptara su demanda, pero el proceso quedó anulado después de una protesta presentada por el ministerio fiscal.
En Japón, donde se emplea la horca, a los reos se les comunica que van a ser ajusticiados solo horas antes de la ejecución.
Esta práctica es duramente criticada por organizaciones humanitarias, que denuncian la carga psicológica que soportan los condenados, muchos de los cuales pasan décadas recluidos y aislados sin saber cuándo se les aplicará la pena capital.
Okunishi se encuentra entre los reos que más tiempo han pasado en el corredor de la muerte en todo el mundo; 43 años, solo tres menos que Iwao Hakamada, que pasó 46 antes de que un tribunal decidiera en 2014 soltarlo y revisar su caso para tener en cuenta nuevas pruebas.
Las organización humanitarias critican además que, pese a las modificaciones legales de los últimos años en las tomas de declaración, aún se repitan los casos de confesiones forzadas en un país donde el 99 por ciento de los acusados son considerados culpables en los tribunales en causas penales.
También, el que por las particularidades del sistema jurídico nipón, las cortes solo hayan decidido reabrir media docena de casos de reos condenados a muerte desde 1947.