RÍO DE JANEIRO.- La página web oficial del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), formación de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, sufrió esta madrugada un ataque informático, algo que repudió el mismo grupo político tras solucionar el problema.
"Esta invasión es una afrenta a la libertad de expresión y otra muestra de las tentativas de criminalizar al PT", señaló la formación en un comunicado publicado en su perfil de la red social Facebook.
En torno a las 02.00 hora local (05.00 GMT) la web del PT fue 'hackeada' (pirateada), de manera que en su pagina inicial se podía ver una versión de la estrella característica de la formación, con trazos blancos y negros, simulando el icónico traje a rayas que antaño caracterizaba a algunos presos.
En el centro de la misma se podía ver el número 171, en referencia al artículo del Código Penal brasileño que trata de la "obtención, para sí mismo o para otros, de ventajas ilícitas con prejuicio ajeno" y debajo de la estrella se podía leer un mensaje que rezaba "PT Corrupto".
De acuerdo con el comunicado del partido, a primera hora de esta mañana el problema ya había sido resuelto para aquellos equipos con dominio .br y estaba previsto que en las próximas horas "todos los computadores podrán acceder normalmente al sitio web".
A finales de julio, desconocidos lanzaron un artefacto explosivo contra la sede del Instituto Lula, orientado por el expresidente brasileño, y días después la sede municipal del PT en Sao Paulo fue invadida aparentemente por personas que buscaban documentos.
El ataque de hoy se produce en momentos en los que el PT enfrenta una severa crisis política que ha puesto en jaque la gobernabilidad de Rousseff, con una base aliada dividida y la popularidad de la mandataria en mínimos históricos.
Además, algunos miembros del PT se han visto envueltos en las investigaciones por el gigantesco escándalo de corrupción en la estatal petrolera Petrobras.
De hecho, el extesorero del PT Joao Vaccari fue condenado en septiembre a 15 años y cuatro meses de cárcel por su implicación en el caso.
Actualmente una veintena de empresas privadas son investigadas por su supuesta participación en una red de corrupción enquistada en Petrobras que, desde 2004, se apropió ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares, según admitió la propia compañía.
Según la Fiscalía, esas empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban los valores en hasta un 4 % y luego repartían las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas.
Este escándalo, unido a la crisis económica que atraviesa el gigante suramericano, ha debilitado gravemente la imagen de Rousseff, cuya popularidad cayó a menos del 10 % tras haber sido reelegida en octubre con el 51 % de los votos.
Esta situación llevó a la jefa de Estado a anunciar una profunda remodelación de su Gabinete el pasado viernes.
Esta reforma supuso la desaparición de ocho carteras y aumentó el número de ministros de su principal socio en el Gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), desde seis hasta siete, con el objetivo de evitar que el Congreso abra a Rousseff un juicio político con fines de destitución.