BERLÍN.- El Gobierno alemán ha decidido mantener hasta el 31 de octubre los controles en las fronteras ante la incesante llegada de refugiados, según informaron desde el Ministerio del Interior.
La medida, introducida el 13 de septiembre para contener el flujo de solicitantes de asilo hacia Alemania, quedará así prolongada por veinte días más y se concentrará especialmente en la frontera con Austria.
El objetivo, de acuerdo con la fuente de Interior, es lograr cuando menos una entrada "controlada" de estos flujos migratorios, por razones de seguridad y para distribuirlos de un modo ordenado por todo el país.
El ministerio alemán confirmó así las informaciones en ese sentido difundidas anteriormente por el semanario "Der Spiegel", en su edición digital.
Berlín comunicó unos días atrás esta decisión, por carta, a la Comisión Europea (CE) y argumentó que no se puede renunciar a esos controles en aras de una eficiente gestión de la llegada de refugiados.
Alemania introdujo el 13 de septiembre los controles, una semana después de que la canciller germana, Angela Merkel, decidiera abrir las fronteras con Austria para descongestionar la situación en Hungría y mientras decenas de miles de personas esperaban entrar en el país.
Los controles han permitido en cierta medida ordenar los flujos y facilitar la distribución de los solicitantes de asilo que llegan al país entre los distintos estados federados, pero no han frenado las entradas.
La política de acogida de refugiados le ha ocasionado a Merkel duras críticas por parte de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) que ella preside, y una notable caída de popularidad.
Ambas formaciones aspiran a convencer al Partido Socialdemócrata (SPD), aliado en la gran coalición de Gobierno, de la necesidad de crear en las fronteras del país "zonas de tránsito", similares a las existentes en los aeropuertos, para acelerar el estudio de las solicitudes de asilo y agilizar las expulsiones.
El vicecanciller alemán y líder del SPD, Sigmar Gabriel, rechazó hoy de nuevo esa iniciativa, al considerar que esas "zonas de tránsito" son en realidad áreas de "detención", y consideró que la CDU de Merkel aprovecha el debate para tapar sus problemas internos con la CSU.
Se estima que Alemania recibirá este año entre 800.000 y un millón de peticionarios de asilo, cifra que doblaría el máximo histórico de los llegados en 1992, durante la crisis de los Balcanes.
En todo el país se han tenido que improvisar albergues de acogida y centros de registro para los demandantes, a menudo alojados en situaciones precarias, agravadas estos días con la llegada del invierno.