TORONTO.- Alrededor de 25 millones de canadienses están convocados a las urnas este 19 de octubre para elegir a los 338 diputados de la Cámara Baja del Parlamento, tras la campaña electoral más cara de la historia del país, así como una de las más largas.
La campaña para la cuadragésima segunda elección general de Canadá también ha sido una de las más controvertidas y reñidas, con tres partidos, el gobernante Partido Conservador (PC) del Primer Ministro, Stephen Harper, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) y el Partido Liberal (PL) con opciones al triunfo.
Cuando Harper disolvió la Cámara Baja el 2 de agosto, iniciando 11 semanas de campaña electoral en las que cada partido se puede gastar 128 millones de dólares (78 millones más que en 2011), el principal partido opositor, el NPD dirigido por Thomas Mulcair, tenía una ligera ventaja en las encuestas.
Pero tras semanas de virtual empate entre las tres formaciones, los últimos sondeos colocan ahora al Partido Liberal de Justin Trudeau como la formación con más posibilidades de ganar las elecciones, por delante del Partido Conservador y del NPD.
Tras casi 10 años en el poder (los conservadores han formado Gobierno de manera ininterrumpida desde diciembre de 2006 tras ganar las últimas tres elecciones generales), la inmensa mayoría de los canadienses, hasta un 70 % según algunas encuestas, quieren un cambio y la salida de Harper del Gobierno.
Los socialdemócratas y Mulcair parecían aglutinar en sus filas ese deseo de cambio.
En las elecciones de 2011, el NPD había pasado de ser el eterno tercero tras liberales y conservadores a convertirse en el principal partido de la oposición, con 103 diputados de los 308 en que estaba dividida entonces la Cámara Baja.
Mientras, el hegemónico Partido Liberal tuvo el peor resultado de su historia, con 34 escaños, y el PC consiguió su primera mayoría absoluta en el siglo XXI, 166 diputados.
Gran parte del avance socialdemócrata fue fruto de los resultados en la provincia francófona de Quebec.
El sistema electoral canadiense está basado en el sufragio directo que divide el país en 338 circunscripciones, una por escaño en la Cámara Baja. Y en las elecciones de 2011 Quebec tenía asignados 75 diputados (78 en las elecciones del 19 de octubre) de los que el NPD ganó 59.
Sobre esa base, Mulcair y el NPD planearon ganar apoyos en otras tres provincias claves del país (Ontario, con 121 escaños en juego, Columbia Británica con 42 y Alberta con 34), para conseguir que por primera vez en la historia de Canadá los socialdemócratas formasen gobierno.
Pero tras cinco debates públicos en los que los principales líderes han discutido sobre economía, asuntos exteriores e inmigración, el empate a tres se ha disuelto en favor de una confrontación más tradicional a dos bandas entre liberales y conservadores.
Los analistas coinciden en que el punto de inflexión se produjo en los dos últimos debates, celebrados el 28 de septiembre y el 2 de octubre, gracias a la buena actuación del líder liberal, Pierre Trudeau, y a uno de los temas más controvertidos de la campaña, el derecho de las mujeres musulmanas a llevar nicab, el velo islámico.
La plataforma del Partido Conservador, cuya base electoral se concentra en el oeste del país y en la provincia de Ontario, está basada en dos principios: economía y lucha antiterrorista.
Según Harper, sólo los conservadores son capaces de mantener el país a flote en medio de la inestabilidad económica que se vive en el mundo desde la crisis financiera de 2008, y sólo los conservadores pueden mantener segura a Canadá ante la amenaza de los extremistas islámicos.
La oposición conservadora al uso del nicab se inscribe en la política de Harper de responder a "prácticas primitivas" que no tienen lugar en Canadá, a pesar de que hace sólo unos años los conservadores defendían su uso.
Pero una encuesta encargada a principios de año por Harper reveló que en Quebec, el 93 % de la población apoya la prohibición del nicab. Desde entonces, Harper ha endurecido su oposición al uso de ese tipo de velo.
Durante el último debate, celebrado el 2 de octubre en Montreal y en francés, Harper insistió en su oposición mientras que Mulcair y Trudeau se mostraron a favor de su uso.
Tras ese debate, los apoyos al NPD en Quebec han caído en picado mientras que los de los conservadores han aumentado ligeramente y los de los liberales se han disparado en Ontario y en las regiones atlánticas del país.