Hillary Clinton tiene razones para estar contenta. La precandidata presidencial demócrata de Estados Unidos ha mostrado un positivo desempeño durante las últimas semanas, algo que ha sido destacado por diversos medios y columnistas de ese país. Tanto sus apariciones en televisión, como su celebrada participación en el primer debate televisado de primarias, han hecho que la ex secretaria de Estado deje atrás una mala racha de popularidad.
"La reina Hillary volvió a jugar" y "El feliz brindis de Hillary Clinton" son unos de los títulos de columnas que aparecieron en el The New York Times después del debate de primarias del partido demócrata televisado por CNN esta semana. Y es que la participación de Clinton el pasado miércoles frente a los otros cuatro candidatos la posicionó como la ganadora indiscutida del encuentro.
Por lo mismo, pareciera que la polémica de los correos que empañó su incipiente candidatura está empezando a enfriarse. De hecho, Bernie Sanders, el demócrata que le sigue en popularidad, aseguró durante el debate estar "harto de los malditos correos" que han estado persiguiendo a la candidata. Esto, después que se diera a conocer que Clinton habría borrado correos electrónicos personales y profesionales de su cuenta privada mientras era secretaria de Estado entre 2009 y 2013.
Además, al debate se le suma su comentada participación el pasado tres de octubre en el programa 'Saturday Night Live', en donde hizo noticia por imitar a Donald Trump. Muy alejado de su perfil previo, Clinton cantó y bailó al ritmo de 'Lean on me' junto a la actriz Kate McKinnon, quien la estaba interpretando. Ahí también se rió de sus fracasos políticos y mostró su lado más distendido.
Dos semanas antes de eso, la candidata ya había acaparado la atención de los medios tras aparecer en el programa de televisión conducido por Jimmy Fallon, 'Tonight Show'. En la oportunidad, la ex Primera Dama actuó en una supuesta conversación telefónica con Donald Trump, quien estaba siendo caracterizado por Fallon.
Con todo esto, los medios estadounidenses ya están hablando de cómo Hillary está revirtiendo sus índices de popularidad. Y es que a pesar de mantenerse en el liderazgo entre los candidatos demócratas a la Casa Blanca, Clinton bordeó su peor porcentaje de aprobación en siete años tras caer a 45% a inicios de septiembre.
