El acuerdo fue firmado este lunes por los jefes diplomáticos de Estados Unidos y España, John Kerry y José Manuel García-Margallo, respectivamente.
AFP
MADRID.- Medio siglo después de que un bombardero B-52 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos cayera con cuatro bombas atómicas en territorio español, el secretario de Estado John Kerry y el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, firmaron hoy en Madrid un acuerdo para limpiar la zona contaminada.
El objetivo es "reparar un error que se cometió hace 50 años", dijo el jefe de la diplomacia española en una rueda de prensa junto con Kerry, que el domingo inició una visita de dos días a España.
La tierra contaminada será trasladada a Estados Unidos, según el memorando de entendimiento firmado por ambos. Se trata de una declaración política tras la que ahora comenzará la negociación para el acuerdo técnico de cara a la rehabilitación de la zona.
"La voluntad es hacerlo ya, cuanto antes", según García-Margallo.
El 17 de enero de 1966, un bombardero aéreo B-52 se precipitó al vacío con cuatro bombas atómicas en el pueblo almeriense de Palomares, en el sur de España, tras chocar en el aire con su avión nodriza durante una maniobra de repostaje en vuelo.
Una bomba se recuperó intacta. Dos estallaron y contaminaron 220 hectáreas de campo con plutonio radioactivo. La cuarta cayó al mar Mediterráneo y se recuperó 80 días después del accidente.
Para despejar las dudas sobre una posible contaminación radiactiva, el entonces ministro español de Información y Turismo, Manuel Fraga, se bañó allí junto con el embajador de Estados Unidos, una de las escenas más recordadas de esa época de la dictadura franquista.
En 2003, el Ciemat, un organismo público de investigaciones que depende del gobierno español, concluyó que había 50.000 metros cúbicos de tierra contaminada con plutonio.