Hillary Clinton llegó esta mañana al Capitolio para presentarse ante la comisión legislativa sobre el ataque a la embajada en Bengasi en 2012.
EFE
WASHINGTON.- Hillary Clinton ocupará este jueves el centro de la escena como testigo principal en la investigación encabezada por legisladores republicanos, sobre los mortíferos ataques en Bengasi, Libia, en los que murieron cuatro diplomáticos estadounidenses.
Clinton, quien viene de un brillante desempeño en el debate demócrata y encabeza las encuestas para la candidatura presidencial de su partido, se encuentra en una posición de fuerza desde que su rival en potencia, el vicepresidente Joe Biden, anunció el miércoles que no será candidato.
Anticipando su testimonio, la campaña difundió un resumen en el cual dice que comparece ante la comisión, para honrar la memoria de los cuatro estadounidenses muertos. Según el resumen, Clinton declarará que es necesario aprender las lecciones de la tragedia de Bengasi, pero que Estados Unidos debe mantener su posición de liderazgo en un mundo peligroso.
Actuar de otro modo significaría derivar conclusiones incorrectas de Bengasi, dirá Clinton, según el resumen.
Clinton prometerá aplicar un método de liderazgo inteligente que combina la diplomacia con el desarrollo y la defensa, y dirá que este enfoque incluye un elemento de riesgo que nunca se puede eliminar del todo.
El panel de Bengasi está a la defensiva desde que varios republicanos han dicho que el objetivo de la investigación es perjudicar la campaña presidencial de Clinton.
Al mismo tiempo, la ex secretaria de Estado enfrenta el reto de tener que explicar las fallas de seguridad en el complejo diplomático estadounidense en Bengasi, la lentitud de la reacción militar, la causa del ataque y los virajes del gobierno de Barack Obama en cuanto a las responsabilidades por el ataque en el que murieron el embajador Chris Stevens y otros tres diplomáticos.
En una prolongada interpelación que podría consolidar su candidatura o bien generar dudas sobre su capacidad de líder, Clinton probablemente deberá responder a preguntas sobre su uso de una cuenta privada de correo electrónico cuando era secretaria de Estado.
El panel también se encuentra en una situación crítica. Su presidente, Trey Gowdy, y otros republicanos saben que el interrogatorio podría apuntalar su credibilidad o socavarla aún más.