SANTIAGO.- Desde este miércoles, Hillary Clinton respira un poco más tranquila. Así lo establecen los medios internacionales, luego de que el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden anunciara que
no se presentará como candidato presidencial para las primarias del Partido Demócrata.
Biden era una seria amenaza para la victoria de la actual favorita en las encuestas, pues el perfil político de ambas figuras es muy similar: veteranos y con gran experiencia en cargos políticos, ideológicamente parecidos y, lo más importante, son considerados dentro de los miembros de su formación con mayores índices de popularidad.
Biden era una alternativa viable para ganar el liderazgo de la Casa Blanca. Sin tener una postulación concreta, adquiría el 18% de las preferencias en la última encuesta CNN/ORC.
Según explicó a Emol el analista internacional de la Universidad de Illinois en Chicago, Andreas Feldmann, las altas posibilidades de éxito de su candidatura pasaban porque "es el político más querido y creíble para la gran mayoria de los estadounidenses y es apreciado por muchos políticos del partido republicano. Tiene que ver con sus grandes dotes humanas".
La gran ganadora
Hillary Clinton era la segunda opción de casi todos los votantes de Biden y su sólida participación en el
debate del pasado martes 13 de octubre lo anticipaba.
Tras el evento, los votantes demócratas parecían cada vez menos interesados en que el vicepresidente concurriera a las primarias. Según la encuesta de CNN/ORC, la idea pasó de tener un respaldo del 53% en agosto, al 47% después del debate.
Para algunos, esta fue la señal que demostró el declive de una posible candidatura. Aún más, considerando que venía siendo evaluada hace varios meses por Biden y que debido a la muerte de su hijo mayor en mayo de este año, había sido postergada.
Con el actual escenario, Clinton está cada vez cerca de convertirse en la candidata presidencial del Partido Demócrata. Hasta el 20 de octubre alcanzaba el 54% de favoritismo, versus el 23% del senador por Vermont, Bernie Sanders, según estipulaba un sondeo del Washington Post y ABC.
Ninguno de los otros tres candidatos demócratas tiene un apoyo superior al 2%: el ex gobernador de Maryland, Martin O'Malley; el ex gobernador de Rhode Island, Lincoln Chafee; ni el ex senador por Virginia, Jim Webb que retiró su candidatura este martes.
Sin embargo, aún quedan obstáculos para Clinton. Deberá superar el "escándalo de los e-mails", por su polémico uso de un servidor privado para comunicaciones oficiales cuando era secretaria de Estado del primer gobierno de Obama, lo que ya desgastó en parte su candidatura.
Además, este jueves debió explicar al
comité de la Cámara de Representantes que investiga las muertes del embajador de EE.UU. en Libia y otros tres diplomáticos, en la ciudad de Bengasi en 2012, supuestas negligencias de su actuar mientras era parte del Ejecutivo.
Finalmente, tendrá que enfrentar a su contendor de la vereda de enfrente. Hasta el momento, el candidato favorito del Partido Republicano es el empresario Donald Trump, quien afirmó a través de su cuenta en Twitter que prefiere competir contra Clinton que contra Biden, debido a su expediente.