WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., Barack Obama, y el Primer Ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, urgieron este jueves a los talibanes a retomar las conversaciones "directas" con el Gobierno de Kabul para lograr la paz en Afganistán, tras una reunión en la Casa Blanca que terminó sin acuerdo sobre el arsenal nuclear paquistaní.
El encuentro entre Obama y Sharif en el Despacho Oval dio lugar a una declaración conjunta en la que ambos gobiernos detallaron varios compromisos alcanzados en materia económica, lucha contra el cambio climático y educación, pero, como ya se había anticipado, no hubo grandes anuncios sobre el proceso de paz afgano.
La visita de Sharif a la Casa Blanca se produjo una semana después del anuncio de un nuevo plan de Obama para mantener a 5.500 soldados estadounidenses en Afganistán más allá del final de su mandato, que concluye en enero de 2017, con el objetivo de seguir entrenando a las fuerzas afganas y luchando contra los grupos terroristas.
Al presentar ese plan la semana pasada, Obama urgió a toda la región a presionar a los talibanes para que se sienten a dialogar sobre cómo conseguir la paz en Afganistán.
Hoy, en la declaración conjunta divulgada por la Casa Blanca, Obama y Sharif expresaron su "compromiso" para hacer avanzar hacia la "reconciliación" en Afganistán y llamaron a los líderes talibanes a retomar las "conversaciones directas" con el Gobierno de Kabul y "trabajar hacia un acuerdo de paz sostenible".
Pakistán acogió en julio pasado unas conversaciones entre el Gobierno afgano y los talibanes, proceso que se vio suspendido a finales de ese mismo mes cuando se reveló que el mulá Omar, fundador y líder talibán, había fallecido en 2013.
El pasado 10 de octubre Sharif aseguró que su país está intentando que se reanuden esas conversaciones de paz.
Por su parte, el Gobierno de Afganistán dio la bienvenida a la oferta de Sharif para facilitar las conversaciones de paz con los talibanes, pero pidió que Pakistán deje de apoyar a los insurgentes en su territorio antes de iniciar el diálogo.
El Primer Ministro reafirmó hoy que "el territorio de Pakistán no será usado contra algún otro país" y detalló a Obama las acciones que su Gobierno está tomando para garantizar que los talibanes "no puedan operar desde suelo paquistaní".
Por otro lado, en cuanto al arsenal nuclear paquistaní, el Gobierno de Estados Unidos quiere un acuerdo para limitar su alcance, algo que no parece posible lograr de momento, según ha reconocido la propia Casa Blanca.
Al respecto, en la declaración conjunta de hoy solamente se menciona que los dos líderes se comprometieron a trabajar juntos para que la Cumbre sobre Seguridad Nuclear de la que Obama será anfitrión en 2016 "sea un éxito".
Un informe elaborado por un grupo de científicos atómicos, publicado esta semana en EE.UU., indica que Pakistán tiene en la actualidad un arsenal estimado entre 110 y 130 ojivas nucleares, comparado con las entre 90 y 110 con que contaba en 2011.
El estudio prevé que para 2025 esa cifra podría llegar a un rango de 220 a 250 ojivas, lo que convertiría a Pakistán en la quinta mayor potencia nuclear del mundo, por detrás de EE.UU., Rusia, China y Francia.
En su reunión de hoy los dos mandatarios acordaron incrementar también el comercio y la inversión bilateral, que actualmente asciende a unos 5.000 millones de dólares anuales, de acuerdo con la Casa Blanca.
Con respecto al combate al cambio climático, los dos países establecieron una alianza para fomentar nuevas inversiones del sector privado en proyectos de generación, transmisión y distribución de energías renovables en Pakistán.
En tanto, la primera dama de EE.UU., Michelle Obama, se encargó de anunciar en un acto paralelo en la Casa Blanca que, en respuesta al compromiso de Pakistán para doblar el gasto público en educación, Washington invertirá 70 millones de dólares en proporcionar educación a unas 200.000 niñas y adolescentes en ese país.