MANILA.- Al menos 46 personas murieron y 1,4 millones se han visto afectadas tras el paso por el norte de Filipinas del tifón Koppu, que abatió la zona esta semana con fuertes vientos e intensas precipitaciones durante más de tres días.
Según el último informe del Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres del país, otras 82 personas resultaron heridas y cinco más permanecen desaparecidas.
El mayor número de fallecidos se produjo en la provincia de Benguet, donde murieron un total de 16 personas debido a la gran cantidad de riadas, inundaciones y deslizamientos de tierra que se produjeron en la zona.
Sólo en la ciudad de Baguio, principal localidad de Benguet, cayeron el pasado martes 775 litros de agua por metro cuadrado en 24 horas.
De las 1,4 millones de personas que se vieron afectadas por el tifón Koppu -bautizado con el nombre de Lando en Filipinas- , más de 550.000 se han visto forzadas a abandonar sus hogares y 108.000 de ellas permanecen en los 424 centros de evacuación instalados.
La tormenta, que se trasladó con excepcional lentitud por el norte de Filipinas, causó inundaciones en 498 zonas que han llevado a que 92 secciones de carreteras y 11 puentes sigan siendo intransitables.
El Consejo de Desastres de Filipinas estima que la tormenta, que abandonó territorio filipino el miércoles, ha causado daños por valor de 9.400 millones de pesos (202 millones de dólares o 182 millones de euros), la gran mayoría de ellos en el sector agrícola.
Koppu dañó también 751 centros escolares, de los que 240 quedaron completamente destruidos, y más de 26.000 viviendas.
Dada la destrucción que ha causado el tifón, dos provincias -Isabela y Aurora-, una ciudad -Ilican- y nueve municipios han declarado el estado de calamidad para facilitar la distribución de fondos para ayuda humanitaria y controlar los precios de productos de necesidad básica.