CIUDAD DE GUATEMALA.-Con promesas de desterrar para siempre los escándalos de corrupción que acosaron este año al Gobierno de Guatemala, los dos aspirantes a la Presidencia del país centroamericano buscan atraer votos para el balotaje del próximo domingo.
El fraude millonario en el sistema nacional de aduanas, destapado en abril pasado, rebasó la tolerancia de los guatemaltecos, que se lanzaron a las calles en marchas masivas hasta conseguir que el presidente Otto Pérez abandonara el poder y se sometiera a la justicia.
La renuncia ocurrió el 2 de septiembre, cuatro días antes de las elecciones generales ya previstas en el cronograma electoral.
La vinculación de la máxima autoridad del país en un escándalo de corrupción encendió las alertas para los dos candidatos a la Presidencia, que remodelaron sus discursos para promover la transparencia en una campaña marcada por la apatía y el desinterés.
El comediante Jimmy Morales, del partido derechista FCN-Nación, y la ex primera dama socialdemócrata Sandra Torres, postulada por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), intentan convencer a los más de 7,5 millones de guatemaltecos convocados a las urnas con un discurso anticorrupción.
"Nuestro primer fundamento es cero tolerancia a la corrupción, que ha sido uno de los flagelos que ha impedido que Guatemala se desarrolle como nación", expresó Morales durante la presentación de su plan de Gobierno.
El comediante de 46 años, sin experiencia política pero favorito a ganar, según las encuestas, como ocurrió en la primera vuelta el 6 de septiembre, dice que su gobierno combatirá la corrupción asignando recursos para fortalecer a la Fiscalía y entes controladores del gasto público.
Adelantó también que promoverá un sistema de "puertas abiertas" para la contratación de productos y servicios en el Gobierno.
Por su parte, Sandra Torres se sumó a la ola de discursos anticorrupción luego del escándalo que también se cobró el cargo de la vicepresidenta Roxana Baldetti, quien al igual que Pérez guarda prisión preventiva.
Pérez y Baldetti son investigados como presuntos cabecillas de la red que cobraba sobornos a empresarios para evadir impuestos aduaneros.
Torres, de 60 años, resume su política de transparencia en tres pasos: crear una comisión de ética, eliminar las compras públicas directas y desarticular grupos delictivos que operan dentro del Estado, con apoyo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un ente de la ONU que apoya la depuración del sistema de justicia.