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La "dinastía" de Néstor y Cristina Kirchner: 12 años en el poder al que darán fin las próximas elecciones

Tras dos mandatos consecutivos, la actual Presidenta se prepara a dejar la Casa Rosada con su aprobación en ascenso y con su candidato como favorito en los comicios, pese a las duras críticas que su gobierno recibe desde la oposición.

24 de Octubre de 2015 | 15:23 | Por Valentina Salvo U., Emol
SANTIAGO.- A partir del 10 de diciembre próximo y por primera vez en 12 años, el Gobierno de Argentina no será conducido por un Kirchner. El fin de la "dinastía" formada por el matrimonio se produce dentro de un escenario político y económico complejo en ese país, en medio de interrogantes sobre los cambios que traerá el resultado de los comicios de este domingo.

Tras ocho años de gestión, la actual Mandataria, Cristina Fernández, enfrenta las elecciones con una aprobación en ascenso que alcanza 50% según las encuestas. Al mismo tiempo, el oficialista Daniel Scioli sigue como favorito en las proyecciones de voto.

El cambio en la Casa Rosada ocurre mientras Argentina experimenta altos índices de inflación y desempleo, unidas a amplias deudas fiscales y carencia de divisas.

El panorama era distinto cuando los Kirchner consolidaron su irrupción en el Ejecutivo trasandino a partir de 2003, cuando Nestor llegó al poder con el objetivo de paliar la profunda crisis económica heredada del mandato del radical Fernando de la Rúa.

Según explica a Emol Pierre Ostiguy, analista internacional de la Universidad Católica, la orientación intervencionista que los caracteriza logró recuperar al país de ese descalabro.

"El Ejecutivo de turno, cuando ocurrió el colapso económico, era un gobierno no peronista (…) y el Gobierno de Nestor fue asociado a la recuperación económica", añade.

El experto apunta que otra fuente de respaldo se centra en el incremento del gasto en políticas sociales y el subsidio al consumo, como en el caso de la energía.

"Esos gastos sociales son bastantes populares en Argentina, pero también es cierto que hay un déficit fiscal importante, unido a los problemas para conseguir créditos en los mercados internacionales debido al litigio legal por llamados 'fondos buitres'", describe.

Dicha controversia es el gran problema que heredará Fernández a su sucesor, luego de que un juez norteamericano amplió a 6.730 millones de dólares las demandas de acreedores que rechazaron la reestructuración de deuda del país vecino, generada en los años 2005 y 2010.

Estilo confrontacional

Tanto Néstor como Cristina Kirchner habían manifestado su convicción de que su forma de ver el peronismo había conseguido salvar a Argentina. La actual jefa de Estado intentó en 2013 prolongar su mandato, impulsando un cambio en la Constitución que le permitiera postularse por tercera vez.

No obstante, para ello le hubieran hecho falta dos tercios de los votos del Parlamento, con los cuales no contaba.

Su estilo confrontacional nunca le permitió negociar con la oposición. Según Ostiguy, su esposo era más propicio a negociar.

"Ella tiende a aislarse un poco más, mientras que Néstor Kirchner estaba en todas", describe, pese a que matiza que el fallecido ex Presidente también expresaba de manera muy directa sus planteamientos.

"El gobierno de Néstor Kirchner era más pragmático, un poquito menos ideológico y quizás con niveles más altos de corrupción", asevera.

Otra de las deudas pendientes se centra en aclarar la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuyo cadáver fue encontrado el 18 de enero, días antes de presentar una acusación contra la Presidenta por una supuesta complicidad del Ejecutivo con autoridades iraníes para encubrir a los culpables del atentado contra la AMIA en 1994.

"Espero que no me necesiten"

En los comicios de este domingo, la Mandataria apostó por Scioli, miembro del Frente para la Victoria igual que ella; ex vicepresidente bajo su marido, ex gobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires y todavía favorito en las encuestas.

Aún así, indica Ostiguy, la jefa de Estado no brindaría un respaldo sin condiciones al postulante, debido a que lo consideraría más cercano al ámbito empresarial y lejano a sus lineamientos.

Según el especialista, ello implica que hay dos posibilidades en torno a la actitud que mantendrá Fernández a partir de diciembre.

"Una de ellas es que quiera condicionar, en lo posible, un eventual futuro gobierno de Scioli para asegurarse de que él preservará el modelo que ella y su marido instauraron", postula. "Lo otro es que si le va mal al gobierno que la va a suceder, ella estaría en la reserva para volver".

La propia Mandataria aludió al tema al ser consultada sobre un eventual retorno a la política. "Espero que en 2019 no me necesiten", sentenció.
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