VARSOVIA.- Polonia vive hoy una jornada de reflexión antes de las elecciones generales de mañana, unos comicios que pueden dar el poder a la oposición conservadora-nacionalista, y poner fin a ocho años de Gobierno del partido de centro-derecha Plataforma Ciudadana.
Más de treinta millones de polacos están llamados a las urnas este domingo para elegir 460 diputados y cien senadores, una elección que va a ser determinante para definir el papel de Polonia en la Unión Europea, su posición frente a la crisis de los refugiados o su posible adhesión al euro.
Las últimas encuestas dan la victoria a la hasta ahora principal fuerza de la oposición, el partido Ley y Justicia, con hasta un 32% en intención de voto.
La candidata de este partido es la antropóloga de 52 años, Beata Szydlo, quien defiende la importancia de los valores católicos y patrióticos, propone una redistribución de la riqueza para beneficiar a las clases trabajadoras y es reacia a aceptar todas las directrices que llegan desde Bruselas, especialmente las que imponen reducir la dependencia polaca del carbón.
La segunda formación más votada, según las encuestas, sería la liberal Plataforma Ciudadana, con un 20% en intención de voto.
Este resultado dejaría a los liberales europeístas fuera del poder por primera vez en ocho años, y harían imposible que la actual primera ministra, Ewa Kopacz, pueda repetir mandato.
32%
de respaldo tiene el partido Ley y Justicia lo que le daría la victoria
A pesar de la buena marcha de la economía y del razonablemente bajo nivel de desempleo (un 10%) en Polonia, los votantes parecen dar la espalda a este partido después de varios escándalos de corrupción y de una política alejada en ocasiones de los problemas de la gente de a pie.
Por detrás de estas dos formaciones se sitúan pequeños partidos que, a la postre, pueden ser decisivos para que Ley y Justicia consiga formar Gobierno si no alcanza la mayoría absoluta, o para que Plataforma Ciudadana pueda proponer una coalición contra los conservadores.
El elenco de estas fuerzas minoritarios va desde el movimiento antisistema-populista liderado por el ex rockero Pawel Kukiz (6 % en intención de voto), hasta un partido dirigido por un economista que predica la austeridad y la economía ultraliberal de mercado (Nowoczesna, con un 8 % en intención de voto).
A esas formaciones se suma la Coalición de Izquierdas (9% de votos), el partido del monárquico radical-antisistema Korwin Mikke (5%) y el Partido Campesino (5%).
El umbral mínimo para entrar en el Parlamento es del 5% de votos (8% para las coaliciones), por lo que varios de esos partidos podrían quedarse sin representación si sus resultados son ligeramente más bajos de los que apuntan las encuestas.
Esa circunstancia modificaría el reparto de escaños y beneficiaría a Ley y Justicia como fuerza más votada, pudiéndole facilitar la mayoría absoluta.
Kukiz, el factor clave
En este contexto de posibles alianzas postelectorales, el ex rockero Pawel Kukiz se ha convertido para muchos analistas en una de las piezas claves, tanto para un Gobierno conservador como para una coalición anti-Ley y Justicia, aunque su posición calificable de antisistema augura que sería un socio complicado.
Kukiz terminó ayer su campaña electoral en Londres, ya que fue entre los polacos residentes en el Reino Unido donde logró el mayor número votos durante las pasadas elecciones presidenciales (sumó más del 20 % en la primera vuelta), sin desvelar si ofrecerá su apoyo si alguno de los dos partidos mayoritarios se lo pide.
La líder de la alianza de partidos de Izquierdas, Barbara Nowacka, ya ha dicho que una coalición contra Ley y Justicia puede ser necesaria para defender el europeísmo en Polonia y evitar un Gobierno que siga los pasos del húngaro Víctor Orban.
Pero quizá la figura que dejan estas elecciones es la del profesor de Historia de 35 años Adrian Zandberg, el hasta hace una semana casi desconocido líder del partido Razem (Juntos), una formación con muchas similitudes con la española Podemos (incluso sus colores son los mismos).
Aunque las encuestas le otorgan menos del 1% de los votos, sin opción a escaño, Zandberg ha salido ganador del debate que ha enfrentado a los principales políticos polacos, y no son pocos los que ven en este joven, de buena retórica y naturalidad en las formas, un candidato a tener en cuenta para el futuro.