TÚNEZ.- El grupo de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha instado a las autoridades tunecinas a llevar a cabo una investigación independiente sobre la muerte de dos jóvenes que habían sido detenidos por la Policía.
La petición, divulgada en su página web, se basa en las denuncias y las fotos de los cadáveres aportados por los allegados de Sofian Dididri y Qais Berrhouma.
El cuerpo sin vida del primero fue hallado el pasado 18 de septiembre por sus padres en la morgue de un hospital tunecino, siete días después de que fuera detenido en el aeropuerto tras haber sido deportado por las autoridades suizas.
Según un portavoz de prisiones, el joven fue víctima de un ataque al corazón a causa de la diabetes que sufría.
Berhouma, por su parte, fue arrestado por agentes de la brigada de lucha antidroga vestidos de paisano el pasado 5 de octubre y al parecer, golpeado con violencia por los policías en la calle, según el relato de los testigos.
Su cuerpo sin vida fue entregado al día siguiente en el mismo hospital.
"Las familias de ambos han aportado unas fotografías en las que aparecen marcas de quemaduras en el cuerpo y el rostro, y denunciado que las autoridades han evitado dar detalles sobre las causas de la muerte", explica HRW.
"Las autoridades tunecinas deben emprender una investigación a través de organismos independientes de esta dos muertes", o de lo contrario "la credibilidad de su sistema judicial quedará en entredicho", subraya el informe, firmado por la investigadora de HRW Amna Guellali.
Túnez, inmerso en un complejo periodo de transición, es el país que mejor ha superado las llamadas "primaveras árabes" pese a los problemas económicos y el auge del yihadismo del que es testigo su sociedad.
En los últimas meses, sin embargo, han crecido las críticas de los grupos de defensa de los derechos humanos, que denuncian la vuelta a ciertas prácticas que se realizaban durante los tiempos de la dictadura derrocada en 2011.