China y su abandono de la política del hijo único: ¿Qué le dejó la estricta restricción?
En 1979 el gigante asiático implementó la legislación que buscaba reducir el exceso de habitantes. Sin embargo, la medida ha traído efectos adversos como el rápido envejecimiento de la población y una fuerte disparidad de género.
29 de Octubre de 2015 | 14:06 | Por Valentina Salvo U., Emol
SANTIAGO.- Tras 36 años de estrictas normativas demográficas, el Partido Comunista Chino decidió poner fin a su política del hijo único, afirmando este jueves que todas las parejas podrán engendrar a dos descendientes.
En 1979, el país oriental dirigido por Den Xiaping implementó la legislación que buscaba establecer un fuerte control de natalidad que redujera el crecimiento excesivo de la población. El objetivo se cumplió, pues se estima que con ella se evitaron 400 millones de nacimientos.
Hoy, el panorama es diferente. China aún posee el título de ser el país con mayor cantidad de habitantes, llegando a 1.357 millones de personas en 2014. Sin embargo, según cifras del Banco Mundial su tasa de crecimiento demográfico de 0,51% en ese mismo año, es menos de la mitad de la que cifró India, el segundo país más poblado, y menor al de Estados Unidos.
Desde hace algunos años, analistas internacionales han enfatizado en que la dura legislación impuesta por el gigante asiático, ya ha quedado obsoleta. Incluso, aseguran que le ha producido perjuicios como el envejecimiento de la población y la disparidad de género, que trae como consecuencia la disminución en el crecimiento económico.
Una señal de la certeza de dichas afirmaciones, es que el anuncio de la eliminación de la política demográfica se realizó al cierre de una reunión del Partido Comunista centrada en reformas financieras y en el crecimiento económico entre 2016 y 2020.
Crecimiento anual de la población (%)
Fuente: Banco Mundial
Cada vez más viejos
En 2013, las autoridades chinas ya detectaban que el envejecimiento de la población en el gigante asiático era una de los problemas que debían solucionar.
Durante ese año, se flexibilizó la medida y se comenzó a permitir que padres con ciertas condiciones accedieran a la posibilidad de tener dos descendientes. Entre ellos, las parejas donde al menos uno de los cónyuges fuera hijo único.
La decisión impulsó una liberalización de las restricciones, pero no fue suficiente. Muchos padres optaron por no tener más niños, debido a los altos costos de su mantención en el país.
El envejecimiento poblacional genera temores sobre por cuánto tiempo el país podrá mantener el crecimiento económico, a medida que va disminuyendo el número de jóvenes dispuestos a trabajar.
Estadísticas del Banco Mundial reflejan que en 2014 los mayores de 65 años constituyen el 9% de la población, casi tres puntos porcentuales más que en el año 2000. En tanto, los menores de 14 años van en caída, pues la disminución alcanza los 8,5 puntos respecto del año del cambio de milenio.
Porcentaje de la población menor de 14 años y mayor de 65 años
Fuente: Banco Mundial
Más hombres que mujeres
En la misma línea, la disparidad de género es otro de los problemas que ha generado la restricción.
La cultura China ha privilegiado al varón por sobre la mujer en el ámbito laboral. Al contraer matrimonio, la mujer desaparecía para formar parte de la familia del marido. En tanto, los hombres, eran los encargados de mantener a sus padres cuando éstos envejecían.
Por ello, ante la medida que limitaba a uno, la cantidad de herederos por pareja, los padres preferían tener un hijo antes que una hija. Así la restricción fue un factor determinante en el aumento en la tasa de abortos forzados y selectivos, además del abandono de niñas en las calles para evitar que sean registradas.
A pesar de lo anterior, la reforma, anunciada en el mismo día en el que el régimen comunista aprobó su XIII Plan Quinquenal para el período 2016-2020, aún no detalla cuándo será puesta en marcha.
Sin embargo, Wang Feng, experto en demografía y cambio social en China, dijo a Reuters que el cambio será un "evento histórico", aunque advirtió que los desafíos de una sociedad que envejece en China permanecerán.