WASHINGTON.- Francia pagará 60 millones de dólares a las víctimas -estadounidenses y de otras nacionalidades- de la Shoah, deportadas en tren desde el país europeo hacia los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, un caso que ha impedido a la compañía francesa de trenes SNCF obtener contratos en Estados Unidos.
Washington y París anunciaron el martes en un comunicado común la entrada en vigor de este acuerdo de indemnización que fue preparado y anunciado en 2014, tras años de polémicas y negociaciones.
El arreglo incluye la creación de un fondo de indemnización dotado por Francia de 60 millones de dólares que se entregará a las autoridades estadounidenses en beneficio de miles de deportados no franceses o de sus descendientes, que no fueron cubiertos por las disposiciones aprobadas por Francia desde 1946.
"El Gobierno de Estados Unidos garantizará la gestión del fondo y la distribución en beneficio de las personas elegibles de nacionalidad estadounidense, israelí u otras, así como a sus parientes, que no hayan tenido acceso al régimen de indemnización erigido por Francia", dice el comunicado divulgado por el Departamento de Estado y el Quai d'Orsay.
"En contrapartida, Estados Unidos dará a Francia todas las garantías de seguridad jurídica cuando se trata de demandas por la deportación vinculada a la Shoah", según el ministerio francés de Relaciones Exteriores, en alusión las demandas ante la justicia estadounidense contra la SNCF.
Requisada por los nazis durante la ocupación, la compañía de ferrocarriles francesa trasladó en sus convoyes a 76.000 judíos a través de Francia hacia los campos de exterminio entre 1942 y 1944. Alrededor de 3.000 de ellos sobrevivieron, según la compañía ferroviaria.
Este caso impidió a la SNCF suscribir contratos comerciales en Estados Unidos debido a las continuas impugnaciones ante los tribunales de justicia.