Seguidoras del ex Presidente de Egipto, Hosni Mubarak.
AP
EL CAIRO.- El Tribunal de Casación egipcio aplazó hoy al próximo 21 de enero la repetición del juicio contra el ex Presidente Hosni Mubarak por su supuesta complicidad en la muerte de manifestantes durante la revolución de 2011.
La corte pospuso el inicio del nuevo proceso contra Mubarak en este caso -el tercero y definitivo- para tomar "las medidas necesarias para trasladar el juicio a un lugar adecuado", según informó la agencia oficial MENA.
Este nuevo proceso llega después de que Casación cancelara el pasado 4 de junio el fallo que rechazaba los cargos contra Mubarak por la muerte de manifestantes.
El juez Anuar Mohamed Gabri aceptó el recurso presentado por la Fiscalía General, por "defecto legal", contra la sentencia emitida por el Tribunal Penal de El Cairo en noviembre de 2014.
Por ello, decidió que se repita el juicio contra Mubarak, depuesto en febrero 2011, para que se dicte un fallo definitivo, que no podrá ser apelado.
Los cargos por la muerte de manifestantes que pesaban contra Mubarak fueron desestimados por un tribunal el 29 de noviembre de 2014, pese a que en un primer juicio en 2012 -anulado por irregularidades- el ex Presidente fue sentenciado a cadena perpetua.
La misma corte también le absolvió en esa fecha de dos casos de corrupción vinculados a la venta irregular de gas a Israel, por falta de pruebas, y a la adquisición de cinco mansiones en la localidad de Sharm el Sheij.
Estas sentencias de absolución sí fueron confirmadas por el Tribunal de Casación en junio, por lo que ya son definitivas.
En la llamada "causa del siglo", que englobaba todos estos casos, también fueron procesados los hijos de Mubarak, Alaa y Gamal; el empresario huido Husein Salem, y el exministro del Interior Habib al Adli y seis de sus ayudantes.
Alaa y Gamal Mubarak y el empresario eran juzgados por los casos de corrupción, mientras que Al Adli y sus asesores por la muerte de manifestantes, pero todos fueron absueltos.
Mubarak dirigió con puño de hierro Egipto, entre 1981 y 2011, cuando fue derrocado tras 18 días de manifestaciones multitudinarias que acabaron con más de 800 muertos por la represión policial.