Más de nueve mil personas marcharon por las principales arterias de Bucarest y otras ocho mil por las avenidas de ciudades como Iasi, Cluj-Napoca y Timisoara.
EFE
BUCAREST.- Miles de ciudadanos volvieron hoy a inundar las calles de las ciudades más importantes de Rumania, por tercer día consecutivo, para pedir una clase política libre de corrupción.
Más de nueve mil personas marcharon por las principales arterias de Bucarest y otras ocho mil por las avenidas de ciudades como Iasi, Cluj-Napoca y Timisoara.
En Bucarest, los manifestantes se han congregado en la emblemática Plaza Universitatii, desde donde se espera que marchen, al igual que las noches pasadas, hasta la discoteca de la capital que se incendió el pasado viernes, causando 32 muertes y casi 200 heridos.
La primera de estas marchas tuvo carácter de luto, el pasado domingo, cuando los manifestantes llenaron con flores y velas el lugar del siniestro.
Desde entonces hay quienes hacen el mismo recorrido cada noche. Pero fue a partir del martes cuando las protestas se han convertido en masivas y se dirigen contra las autoridades, a las que se responsabiliza de la tragedia por su negligencia a la hora de velar por el cumplimiento de las medidas de seguridad en los locales.
El martes los ciudadanos pidieron a voces la dimisión del Primer Ministro rumano, Victor Ponta, quien, acusado de diversos casos de corrupción, renunció junto a su gabinete al día siguiente.
Pero su dimisión no ha aplacado la ira de la población, que pide ahora una renovación total de los políticos en el Parlamento.
El presidente del país, Klaus Iohannis, ha asegurado que tendrá en cuenta esas reivindicaciones.
"Los he visto, los he oído y tendré en cuenta sus peticiones", afirmó Iohannis, tras aceptar la renuncia de Ponta y nombrar al hasta ahora titular de Educación, Sorin Campeanu, como Primer Ministro interino.
Indicó que ha llamado a consultas a representantes de la sociedad civil para rebajar la tensión social en la calle.
"Esta intensa demostración popular quiere acabar con la corrupción e instalar un nuevo sistema democrático", explicó Alexandru Sasu, responsable de la organización estudiantil Fundación Caesar.
