MOSCÚ.- Las autoridades rusas han establecido una lista de unas cien oenegés calificadas de "agentes del extranjero", una apelación que se aplica a organizaciones de defensa de los derechos humanos pero también a ecologistas o fotógrafos aficionados.
La ley sobre los "agentes del extranjero", adoptada en 2012, concierne a las oenegés que reciben financiación extranjera y tienen "una actividad política", una fórmula muy vaga y que se aplica de forma muy amplia, a juzgar por la lista.
Muchas de las organizaciones incluidas en la lista están especializadas en derechos humanos y en la historia de la represión en la Unión Soviética y Rusia.
El calificativo infamante de "agentes del extranjero" ya se empleaba en la época de Stalin y Brézhnev para designar a los "enemigos del pueblo" acusados de actuar por cuenta de Occidente.
En la lista destaca la presencia de Memorial, la principal organización especializada en la represión estalinista, la historia de la disidencia y los derechos humanos en la Rusia de Putin, fundada por el premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov.
También aparece la asociación Perm-36, que gestionaba un museo en un antiguo campo de prisioneros políticos cerca de Perm, en los Urales, hasta que el año pasado se lo quitaron.
Igualmente figuran en la lista la rama rusa de Transparencia Internacional, una oenegé especializada en la lucha contra la corrupción, la asociación de ayuda a la prensa Sreda, el Comité contra la Tortura, un fondo de defensa de los derechos del consumidor e incluso el centro de información Yasavei Manzara, dedicado a los pueblos indígenas del gran norte ruso.
Fotografía y naturaleza
Más sorprendente es la inclusión en la lista negra establecida por el ministerio de Justicia de dos asociaciones siberianas: el club de fotógrafos Sobytie (Evento), con sede en Omsk, y la asociación Amigos de los Bosques de Siberia, de Krasnoiarsk.
Las dos asociaciones persiguen "un objetivo político", el de "influir en la toma de decisiones de las instituciones para modificar la política del Estado", indica el ministerio en su sitio web. ¿De qué forma? "Influyendo en la opinión pública", añade sin más detalles.
"Organizamos un festival de fotografía, vídeo y escultura con una subvención acordada por el consulado de Estados Unidos en Ekaterimburgo", dijo a la AFP el director del club de fotografía.
"El festival se consideró como un acto político. No tiene sentido oponerse a esa decisión, cierro el club" de fotógrafos, anunció.
Los ecologistas de Krasnoiarsk, ayudados por dos fundaciones norteamericanas, luchan por su parte desde 1999 contra la tala ilegal y los daños provocados por los incendios.
Una de sus militantes, Anna Laletina, teme también que la organización tenga que cerrar. "No tenemos dinero para pagar multas tan altas", una sanción a menudo impuesta por figurar en la lista negra, dijo a la AFP.
En el registro de oenegés "agentes del extranjero", que puede consultarse en la web del ministerio de Justicia se repiten las mismas expresiones acusadoras, a pesar de que los fondos incriminados vienen de lugares muy distintos como Estados Unidos, la Unión Europea, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una fundación privada noruega, la universidad británica de Middlesex o la embajada de Francia en Moscú.
En septiembre, para evitar el calificativo de "agente del extranjero", el Grupo de Vigilancia Ecológica de Sajalín, en el extremo oriente ruso, devolvió los 142.000 euros donados por el actor estadounidense Leonardo DiCaprio para un proyecto de protección de salmones.
"Agente del extranjero, en ruso, significa espía. El objetivo de las autoridades es desacreditar a las oenegé y liquidar a todos aquellos que defienden al individuo frente al Estado", asegura uno de los responsables de Memorial, Ian Rachinski.