TOKIO.- La justicia nipona ratificó una indemnización a una empleada que fue despedida de un cargo directivo por pedir una reducción de jornada al dar a luz, en la primera sentencia de este tipo en Japón, informaron hoy los medios locales.
Aunque desde 1986 existe una ley nipona sobre igualdad laboral, en la práctica son frecuentes los casos de madres trabajadoras niponas que no pueden acceder a puestos de responsabilidad o que ven cómo sus contratos no son renovados cuando solicitan una baja de maternidad o una reducción de jornada.
La afectada es una fisioterapeuta que ocupaba un cargo directivo en un hospital de Hiroshima desde 2004, y que fue relegada de este puesto en 2008 al pedir una reducción de jornada después de disfrutar de la baja de maternidad por dar a luz a sus segundo hijo.
La mujer se reincorporó al hospital en 2009 aunque no se le permitió volver al cargo que ocupaba, por lo que decidió abandonar su trabajo 2011.
En su decisión hecha pública el martes y recogida hoy por el diario Asahi, el Tribunal Supremo de Hiroshima señala que la "degradación laboral sin consentimiento del trabajador está prohibida", y señala que el hospital "cometió un grave error al violar su obligación de respetar la maternidad de las trabajadoras".
Por ello, el tribunal ha ordenado al centro médico a pagar a la afectada una indemnización de 1,75 millones de yenes (13.000 euros/14.000 dólares).
El 48 por ciento de las trabajadoras con contratos a tiempo parcial y el 21 por ciento de aquellas con contratos regulares han sufrido acoso laboral tras quedar embarazadas o dar a luz, según una encuesta llevada a cabo entre septiembre y octubre por la agencia Kyodo.
Este fenómeno, conocido como "matahara" en Japón, es objeto de una atención mediática creciente en el país asiático, y el primer ministro Shinzo Abe se ha comprometido a promover un mayor protagonismo laboral de las mujeres como una de las prioridades de "Abenomics", su estrategia de crecimiento económico.