Tungurahua registra un incremento de su actividad desde el 9 de noviembre, arrojando columnas de ceniza de hasta 4 km sobre el cráter.
AP (archivo)
QUITO.- Numerosas aldeas de dos provincias de los Andes ecuatorianos fueron declaradas en alerta naranja ante una nueva reactivación del volcán Tungurahua, que está en erupción desde 1999, informó el miércoles la secretaría de Gestión de Riesgos.
Como ocurrió varias veces en los últimos 15 años, el nivel de alerta fue elevada de amarilla a naranja debido a que el Tungurahua registra un incremento de su actividad desde el 9 de noviembre, arrojando columnas de ceniza de hasta 4 km sobre el cráter, según una resolución de esa cartera.
El polvo volcánico está cayendo en varias poblaciones de las provincias de Tungurahua y Chimborazo, por lo que la alerta naranja fue declarada en zonas de alto riesgo donde fuentes de agua, unas 9.000 hectáreas de cultivos y pastizales y 9.700 bovinos podrían verse afectados.
El Tungurahua, ubicado a 130 km al sur de Quito y de 5.029 metros de altura, es uno de los cuatro volcanes que están en erupción en Ecuador, junto al Cotopaxi, Reventador y Sangay.
El macizo se mantiene en erupción en 1999 y registró su mayor actividad en 2006, cuando dejó seis muertos en un poblado de Chimborazo que fue arrasado por aludes a causa de la expulsión de lava.
El Tungurahua, que significa "garganta de fuego" en idioma quechua, mantiene su actividad "alta" con la emisión de gases, vapor de agua y ceniza que cayó sobre varias poblados, según el más reciente informe del Instituto Geofísico de Quito.
En 1999, cuando entró en erupción, unos 18 mil habitantes de la localidad de Baños, asentada al pie del macizo, fueron evacuados.
La gente pudo regresar en el año 2000 a Baños, que recibe un millón de turistas al año, 40% de los cuales son extranjeros.
La alerta naranja llega en medio de la preocupación de las autoridades ecuatorianas ante una eventual erupción del Cotopaxi, que se despertó en agosto después de 140 años y es uno de los más peligrosos de Sudamérica por la cantidad de gente que vive a su alrededor.