WASHINGTON.- El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se mostró convencido de que su país tiene capacidad para "neutralizar" al Estado Islámico (EI) mucho más rápido de lo que lo hizo con Al Qaeda, aunque pidió paciencia y que no cunda el pánico.
"Empezamos nuestra lucha contra Al Qaeda en el 2001 y nos llevó varios años antes de que pudiésemos eliminar a Osama bin Laden y a sus grandes líderes y neutralizarlos como fuerza efectiva. Espero hacer esto con el EI mucho más rápido de lo que lo hicimos entonces. Creemos que tenemos la capacidad para hacerlo", indicó.
El máximo responsable de la diplomacia estadounidense realizó estas declaraciones a los periodistas en Washington a la salida de una comparecencia de más de dos horas ante el comité de Inteligencia del Senado, en la que defendió la estrategia de la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama, en Siria.
"Vamos a derrotar al EI", dijo convencido Kerry, quien defendió que la implicación de EEUU en el conflicto sirio terminará dando como resultados el desmantelamiento del régimen terrorista en Irak y Siria y una transición política para reemplazar al presidente sirio, Bashar al Assad.
El jefe del Departamento de Estado también criticó a los republicanos por su oposición a acoger refugiados sirios al considerar que entre ellos se pueden encontrar posibles terroristas que pongan en jaque la seguridad nacional de EE.UU.
"Tenemos capacidad para investigar a la gente y saber exactamente quiénes son y de dónde vienen. No es de recibo que EEUU entre en pánico y dé la espalda a nuestros valores fundamentales", dijo Kerry.
Unas horas antes de las declaraciones de Kerry, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó un proyecto de ley para endurecer los requisitos de entrada de refugiados sirios al país, pese a la advertencia de Obama de que vetaría tal intento.
Todos los republicanos, junto algunos demócratas, respaldaron la legislación nacida como repuesta a los ataques perpetrados el pasados viernes en París, que dejaron al menos 129 muertos y cientos de heridos.