La imagen de Chávez en Barinas.
AP
BARINAS.- Asdrúbal Chávez parece un homenaje viviente a su primo, todavía venerado en su tierra natal. Es aspirante a congresista y busca ocupar un escaño en la Asamblea Nacional. Los ojos de Hugo Chávez se asoman bajo su gorra de béisbol roja y la firma del fallecido presidente aparece garabateada en su camiseta roja.
Pero, por primera vez, evocar la imagen del fundador y creador de la revolución socialista venezolana no basta para que alguien que lleve el apellido Chávez pueda resultar elegido a un cargo de elección popular en este estado de planicies y llanuras, donde nacieron y se criaron tanto el fallecido líder como sus cinco hermanos.
La fuerza política que tenía la familia Chávez en Barinas, que ha gobernado a este estado desde finales de 1990, aparentemente se está desmoronando según las encuestas electorales que muestran un giro en todo el país en contra del partido fundado por Hugo Chávez.
El fallecido mandatario, que creció en una casucha con piso de tierra, aún tiene muchos que lo adoran en este estado ganadero. Pero en los 32 meses transcurridos desde su muerte, el apoyo a sus hermanos y primos, recientemente enriquecidos, disminuye a medida que se alargan las colas para comprar alimentos, la delincuencia crece exponencialmente y se multiplican las quejas de ineficiencia, corrupción y amiguismo en el gobierno local.
Una derrota en su fortín político en las elecciones legislativas del seis de diciembre sería un golpe duro para el partido gobernante, que controla las instituciones estatales después de 16 años en el poder. Si el Partido Socialista Unido de Venezuela puede perder aquí, puede perder en cualquier otra parte del país. Y lo cierto es que las encuestas pronostican su primera derrota en una elección nacional.
El Partido Socialista tiene en la actualidad el 60% de los 167 congresistas de la Asamblea Nacional.
Las encuestas muestran que la oposición puede recuperar el control y está cerca de lograr una mayoría de dos tercios, lo que le permitiría reformar leyes clave.
El presidente Nicolás Maduro ha dicho que va a evitar la derrota. "Vamos a ganar como sea", señakó.
Los líderes del partido en Barinas llenaron las calles con carteles publicitarios políticos y la autoridad electoral reestructuró las circunscripciones electorales para quitarle una banca a la parte del estado que tiende a apoyar a la oposición para sumarla al fortín electoral del gobierno. Socialistas y opositores tienen asegurados un escaño cada uno, pero la oposición espera recuperar las cuatro restantes.
El fortín de Chávez
Durante los primeros años de la presidencia de Hugo Chávez, los opositores que elevaban la voz en Barinas debían soportar insultos, pedradas y amenazas de colectivos progubernamentales que disparaban al aire para ahuyentarlos.
Julio César Reyes, el candidato opositor más conocido, recibió el mote de "Judas César" en 2008 de parte de un furioso Hugo Chávez después que se apartara del movimiento y se postulara contra Adán Chávez para la gobernación. Dos dirigentes opositores fueron muertos a tiros en 2012, y otro más en 2013.
Las filas de votantes que desertan del chavismo han crecido lentamente en este estado, que tiene edificios en ruinas y cuyos bares que cierran temprano a medida que crece la criminalidad.
El margen de victoria de Hugo Chávez en su estado natal fue de 40 puntos, que se redujeron a 20 cuando ganó la reelección en 2012. Un mes después de su muerte, en marzo de 2013, su sucesor escogido, Nicolás Maduro, ganó en Barinas apenas por cinco puntos.
Meses después, la oposición ganó la alcaldía de Barinas y espera ganar las elecciones al Congreso.
Una encuesta de la firma Datanálisis, pagada por la oposición, los muestra arriba por 10 puntos en una de las dos circunscripciones electorales que los socialistas no han perdido en el pasado.
Los candidatos de la oposición hicieron campaña política en ciudades en las que han estado ausentes por más de una década, incluyendo Sabaneta, donde los hermanos Chávez vivieron su primera infancia.
La oposición aboga por la liberalización de la economía y se compromete a evitar que las personas de apellido Chávez utilicen el Estado como su feudo personal.