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Asesinato de opositor venezolano recibe múltiple repudio

El incidente mortal, en la localidad de Altagracia, en el estado central de Guárico, ocurrió el miércoles

27 de Noviembre de 2015 | 06:59 | DPA
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EFE
CARACAS/WASHINGTON/QUITO.- La muerte a balazos del dirigente opositor venezolano Luis Manuel Díaz recibió hoy un amplio repudio en Venezuela y en organismos del hemisferio, mientras que la reacción de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue calificada de "basura" por el presidente Nicolás Maduro.

El incidente mortal, en la localidad de Altagracia, en el estado central de Guárico, ocurrió el miércoles durante un acto proselitista de la oposición para las elecciones legislativas del 6 de diciembre.

Díaz era secretario general del partido Acción Democrática (AD) en la localidad y la oposición atribuyó su muerte a la acción de un grupo afín al oficialismo.

En la concentración estaban además la esposa del detenido dirigente opositor Leopoldo López, Lilian Tintori, y la cantante folclórica y candidata a diputada Rumy Olivo.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, condenó el hecho y dijo que el asesinato de un dirigente político es "una herida de muerte a la democracia" y que la sucesión de hechos de violencia política en un proceso electoral "es la muerte de mucha democracia".

"Pedimos al Gobierno actuar ya, pedimos el cese de toda violencia; pedimos transformar la contienda electoral en una fiesta y no en un ejercicio de fuerza, violencia y miedo; pedimos las garantías más absolutas para todos", señaló Almagro.

Además, pidió ponerle fin a "los discursos cargados de amenazas, de pronósticos oscuros y desarmar a cualquier grupo civil armado, especialmente aquellos que dependen del gobierno o del partido de gobierno".

Maduro cuestionó que Almagro se adelantara a comentar el hecho antes de una investigación concluyente y por ello lo calificó de "basura".

"Todavía no han pasado 12 horas de la investigación y ya sale la basura de Luis Almagro a declarar contra Venezuela, contra el pueblo y contra la revolución bolivariana", dijo en un acto oficial transmitido en la televisión oficial.

Maduro lamentó la muerte del dirigente y afirmó que las investigaciones apuntan a un asesinato por encargo y un "ajuste de cuentas" entre grupos dedicados a actividades criminales.

Señaló que el Ministerio del Interior ya tiene elementos que "apuntan hacia un sicariato y un ajuste de cuenta de grupos rivales dedicados a situaciones criminales, irregulares".

"Lamentable, muy lamentable", dijo y criticó que el secretario general de AD, Henry Ramos, hubiera responsabilizado por el asesinato de Díaz a lo que calificó de "bandas armadas" del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Maduro dijo que las afirmaciones de Ramos son "falsas y temerarias".

Mientras, la misión electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) asignada para los comicios legislativos pidió a las autoridades venezolanas "una exhaustiva investigación" de la muerte del opositor.

En un comunicado emitido en Quito, Unasur indicó que su misión tomó conocimiento de "la lamentable muerte" y expresó "su más enérgico rechazo a todo tipo de violencia que pueda afectar el desarrollo normal del proceso electoral".

De igual manera, invitó "vehementemente" a todos los sectores políticos de Venezuela a "contribuir al mantenimiento de un clima de paz y armonía en la campaña electoral".

La alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) señaló que el "crimen horrendo" ocurrió el mismo día que Tintori fue blanco de una serie de ataques en Guárico, mientras se dirigía a la concentración en Altagracia.

"En días recientes se han producido igualmente otras situaciones de inaceptable violencia, eventos todos enmarcados por un discurso oficial que anuncia, promueve y justifica la violencia. Exigimos una investigación inmediata, profunda, profesional e independiente y castigo a los culpables", señaló.

La MUD dijo que el Estado venezolano es responsable por acción u omisión de cualquier acto de violencia en el país.

Los hechos ocurren en la recta final de la campaña, durante la cual se ha confirmado en las encuestas la intención de voto favorable a la oposición, por al menos 20 puntos de diferencia.

En las elecciones de diciembre se renovarán los 167 escaños de la Asamblea Nacional (Congreso) y la oposición por primera vez en una década tiene la ventaja antes de las votaciones.
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