MOSCÚ.- Rusia anunció que impondrá la necesidad de visados a Turquía a partir del 1 de enero de 2016, en represalia por el derribo esta semana del bombardero ruso Su-24 en la frontera con Siria.
Al mismo tiempo, el Gobierno ruso adelantó que mañana anunciará un paquete de medidas contra Ankara, que podrían afectar al comercio bilateral, las inversiones y el turismo.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, catalogó esta semana la acción de Turquía como una "puñalada a traición" y había anunciado que "este acontecimiento trágico tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas".
Por su parte, el Mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan,
sostuvo esta mañana que su intención es bajar los niveles de tensión con Moscú, aunque rechazó las críticas de Putin y le advirtió no "jugar con fuego".
Las tensiones entre ambos países se incrementaron, luego de que Turquía derribara un avión militar ruso en misión en Siria, con el argumento de que la aeronave cruzó la frontera y se posicionó en cielo turco.
Sin embargo, niega que el bombardero Su-24 haya traspasado la línea siria y asegura tener sospechas de que la acción de Ankara fue premeditada.