Lilian Tintori ha denunciado que el gobierno de Maduro comete acciones de "terrorismo de Estado" en Venezuela.
EFE
CARACAS.- Mientras crece la inquietud en Venezuela por
atentados sufridos por dirigentes opositores en ese país en la antesala de cruciales elecciones legislativas prevista para diciembre, el vicepresidente chavista, Jorge Arreaza, aludió a la presencia de supuestos "mercenarios financiados por la ultraderecha" que tendrían el objetivo de cometer crímenes políticos.
Entre sus blancos, según la autoridad, se contaría Lilian Tintori, esposa del encarcelado líder de Voluntad Popular, Leopoldo López.
"Tenemos información certera de que hay mercenarios (a los) que les están pagando 30.000, 50.000 dólares por ir y hacer crímenes políticos, y que ella (Tintori) pudiese ser objetivo de esos mercenarios de la ultraderecha", afirmó Arreaza.
"Le hemos ofrecido protección a ella, como a otros dirigentes de oposición que aparecen en información de inteligencia como objetivos, blancos para generar confusión y decir que fue el gobierno" el responsable, añadió la autoridad chavista.
Oposición acusa a Maduro de "terrorismo de Estado"
Arreaza habló en la cancillería en Caracas durante una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en el país, que fue convocado por el Ejecutivo venezolano para ofrecerle su versión sobre la muerte de Luis Manuel Díaz, dirigente opositor local asesinado a tiros el pasado miércoles a pocos metros de la esposa de López, durante un acto enmarcado en la campaña electoral.
En tanto, Tintori ha responsabilizado al propio Presidente venezolano, Nicolás Maduro, del homicidio de Díaz y la oposición en general la atribuye a "bandas armadas" del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pero esa versión fue rechazada este jueves por Maduro, quien calificó lo ocurrido como un "ajuste de cuentas entre grupos rivales".
La dirigenta opositora también acusó a Mandatario chavista de cometer
"terrorismo de Estado".
Los venezolanos acudirán a las urnas el 6 de diciembre para elegir a 167 diputados de una Asamblea unicameral controlada por el oficialismo desde hace 16 años.
Según varias encuestas, la opositora Mesa de la Unidad Democrática lidera ampliamente la intención de voto con una diferencia de 14 a 35 puntos, pero Maduro cuenta con la supuesta ventaja de un "voto duro" en su favor que ascendería a 40%.