SAO PAULO.- El presidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, afirmó este viernes en Sao Paulo que los integrantes de la formación están "seguros y tranquilos" ante un eventual juicio político contra la mandataria brasileña Dilma Rousseff porque lo consideraron "inconsistente y sin base legal".
Falcao, que se reunió con la Comisión Ejecutiva Nacional del PT, se mostró confiado en que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de la base aliada pero con fuertes disidencias internas, impedirá el proceso.
"El PMDB está defendiendo el mandato legítimo, por lo menos la mayoría", dijo a los periodistas.
Falcao evitó opinar sobre la ausencia de declaraciones públicas del vicepresidente Michel Temer y se limitó a apuntar: "por su trayectoria, jamás se aliaría con golpistas para golpear a un Gobierno en el que él estuvo desde el inicio".
El líder relativizó las "eventuales contradicciones" entre ambas formaciones al decir que ocurren también con otros partidos y agregó: "este es un momento de unidad, no de levantar sospechas".
Falcao subrayó asimismo la voluntad del PT de "resolver rápidamente" el juicio "si es necesario, reduciendo el receso" parlamentario.
El presidente del PT rechazó adelantar detalles sobre el nombramiento de los diputados que integrarán la comisión especial que a partir del próximo lunes determinará si existen causas de tipo jurídico para procesar a Rousseff.
"Tenemos la expectativa de que (los diputados indicados por el PT) examinarán el pedido estrictamente en lo que contempla, que es ausencia de base legal. Nada de buscar simpatías", apuntó.
Antes de la reunión, el diputado del PT Paulo Teixeira, que firmó la solicitud presentada ante la Corte Suprema para que anule el juicio contra Rousseff, también transmitió su "confianza" en que el Gobierno consiga los apoyos necesarios para frenar el proceso.
"Los líderes de la base aliada están comprometidos en derrotar ese proceso de golpe" porque "no existe base jurídica para acusar a la presidenta y ella no puede ser juzgada por alguien que está siendo acusado de grandes y graves denuncias", dijo en referencia al presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha.
Cunha, que enfrenta un proceso en el Parlamento que le puede costar el cargo por sus implicaciones en el caso de corrupción de Petrobras, resolvió el miércoles autorizar el inicio de un juicio político contra la mandataria brasileña.
El proceso se sustenta en unas irregularidades en los balances de su Gobierno que fueron registrados en 2014 y que, según organismos de contraloría del Estado, se han mantenido durante este año.
"No hay delito practicado por Rousseff, lo que hay es un presidente que está chantajeando y queriendo obtener votos. Pero no podemos ceder a esos chantajes", añadió Teixeira.
La Comisión Ejecutiva del Partido de los Trabajadores acordó un plan de "movilizaciones permanentes" en varios estados del país para "defender la democracia del mandato de la presidenta".