NUEVA DELHI.- La zonas del sur de la India afectadas por las inundaciones, que han causado 325 muertos y unos dos millones de afectados, comienzan a recuperar la normalidad, con el restablecimiento progresivo de servicios básicos y transportes, aunque se esperan nuevas lluvias, dijo hoy a Efe una fuente oficial.
"La situación es mucho mejor y tiende a estabilizarse, mientras el nivel del agua sigue bajando en las zonas inundadas", declaró el asesor de Operaciones de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de la India, Anurag Gupta.
Esta fuente destacó que "los servicios de trenes y autobuses se están recuperando progresivamente", mientras que "a partir de mañana se espera reanudar los vuelos comerciales en Chennai", capital del estado de Tamil Nadu, el más afectado por las lluvias que duran casi un mes.
El aeropuerto internacional de esta ciudad ha vuelto a estar operativo para vuelos destinados a las labores de ayuda a los damnificados, tras permanecer varios días inundado y sin suministro eléctrico.
Los servicios de electricidad y telecomunicaciones también se van recuperando en zonas afectadas, al igual que parcialmente el suministro de combustible, mientras los equipos de emergencias y el Ejército prosiguen las labores de ayuda a los damnificados.
Gupta avisó de que "la predicción es que habrá nuevas lluvias", que según el Departamento Meteorológico de la India serán localmente fuertes en puntos de Tamil Nadu y el vecino Territorio de la Unión de Pondicherry durante los dos próximas días.
Según el partido gobernante en Tamil Nadu, el AIADMK, se han establecido más de 24.000 campamentos médicos, en los que han sido atendidas cerca de 1,8 millones de personas, además de que se han movilizado unas 400 embarcaciones en tareas de auxilio.
Tamil Nadu y Pondicherry encadenan desde hace casi un mes varios frentes ligados con las lluvias monzónicas de esta época del año, que solo entre octubre y diciembre dejan el 48 % de las precipitaciones anuales en la zona.
Las inundaciones son comunes en la India durante el periodo general de lluvias monzónicas entre julio y agosto, en el que este año perecieron más de dos centenares de personas y al menos 13 millones se vieron afectadas.