El destructor ruso Smetlivy se encontraba a 22 kilómetros de la isla griega de Lemnos, cuando ocurrió el incidente. (Foto de archivo).
Reuters
MOSCÚ.- Un destructor ruso tuvo que recurrir a disparos para evitar una colisión con un barco pesquero turco en el mar Egeo este domingo, afirmó el ministerio de Defensa ruso, que convocó al agregado militar turco.
El patrullero ruso Smetlivy, que se encontraba a 22 kilómetros de la isla griega de Lemnos, en el norte del mar Egeo, "tuvo que utilizar armas de fuego para evitar una colisión con un barco pesquero turco", explicó el ministerio de Defensa.
La distancia entre los dos buques "garantizaba" sin embargo un margen de seguridad para que el barco turco no fuera alcanzado por los disparos, precisó el ministerio en un comunicado.
Turquía y Rusia se encuentran en la peor crisis diplomática, luego de que un avión militar ruso fuera derribado el 24 de noviembre por la aviación turca cerca de la frontera siria.
Según el ministerio ruso de Defensa, a las 06h03 GMT el destructor ruso, que se encontraba anclado, divisó un barco de pesca turco a 1.000 metros de distancia, que se acercaba por la derecha. "Pese a los numerosos intentos del Smetlivy para establecer un contacto radial, la tripulación del pesquero turco no respondía ni tampoco reaccionaba a las señales visuales especiales", informó el comunicado.
Agregó que la tripulación tuvo que efectuar disparos con armamento ligero en dirección al barco, a "una distancia de supervivencia garantizada", cuando había unos 600 metros entre los dos barcos "para prevenir la colisión". "Inmediatamente después, el pesquero turco cambió drásticamente de rumbo y continuó su recorrido sobrepasando al Smetlivy a una distancia de 540 metros sin establecer contacto con la tripulación rusa", dijo el ministerio.
El viceministro de Defensa ruso, Anatoly Antonov, convocó a un agregado militar turco, añadió, para presentarle "una severa advertencia sobre las consecuencias negativas de acciones irreflexivas por parte de Ankara contra contingentes militares rusos" enviados a Siria para combatir al grupo yihadista Estado Islámico.
Expresó asimismo "su profunda preocupación por las acciones provocadoras de Turquía ante el destructor Smetlivy", según el comunicado. "Fue gracias a una afortunada coincidencia que pudimos evitar una tragedia", indica la nota.
El último incidente entre Moscú y Ankara se produjo cuando Turquía derribó un bombardero ruso en la frontera con Siria en noviembre, provocando la mayor crisis en las relaciones entre los dos países desde el final de la Guerra Fría.