MESA, Arizona.- El precandidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, restó importancia a los comentarios que recibió durante el último debate del año del Partido Republicano diciendo que estaba preparado para más críticas por ser el aspirante favorito.
Fue un reproche a Jeb Bush, ex gobernador de Florida, que fue el que más atacó a Trump durante el debate de dos horas.
"Pobre Bush", dijo Trump durante un encuentro en el aeropuerto de Phoenix-Mesa Gateway, y agregó que no le importaría si Bush optara por no apoyarlo si obtiene la nominación.
"Entré ahí diciendo, 'Hombre, ésta va a ser una tarde complicada', porque escuché que todos me atacarían", dijo Trump dijo a sus partidarios. "Estaba preparado".
En su lugar, apuntó, la mayoría de sus rivales, incluido el senador de Texas Ted Cruz, fueron inesperadamente amables con él. Cruz y su rival Marco Rubio, que han surgido como las dos alternativas más populares a Trump, se dedicaron a criticarse entre ellos.
Pero Bush, que supuestamente era el favorito a la nominación del Partido Republicano cuando anunció sus planes para postularse hace un año, abrió fuego contra Trump.
Atrapado en la parte inferior de la tabla, muy por debajo del magnate en las encuestas nacionales, Bush dijo a su rival que no podía insultar su camino a la presidencia y dijo que Trump, que protagonizó un programa de telerrealidad, era un "candidato caótico".
Durante el encuentro, Trump atacó también a Rand Paul al decir que el senador de Kentucky no tiene la misma "chispa" que su padre, Ron, que se postuló para la presidencia en 2008 y el 2012.
En su acto electoral del miércoles, el multimillonario fue introducido por el jefe de la policía del condado de Maricopa, Joe Arpaio, que aplaudió su decisión de hacer del asunto de la llegada de personas al país sin los permisos legales necesarios el tema principal de su campaña.