PEKÍN.- El Gobierno chino confirmó este viernes que las investigaciones realizadas apuntan a que el desprendimiento de escombros que se produjo el pasado domingo en la ciudad de Shenzhen fue un "accidente de seguridad de la producción" y no un desastre geológico.
Así lo determinó el Consejo de Estado de China en un comunicado difundido por medios de comunicación oficiales, que encargó una investigación para descubrir las causas de lo sucedido en el alud, en el que desaparecieron varias decenas de personas.
Así, el suceso de Shenzhen se convierte en el segundo gran accidente por problemas de seguridad industrial del año en China tras el ocurrido en el puerto de Tianjin en agosto, donde perdieron la vida más de 170 personas.
El alud de escombros tuvo lugar en un parque industrial de Shenzhen, afectó a 33 edificios y dejó enterradas a varias decenas de personas.
El último recuento citado por la agencia oficial Xinhua sitúa en 75 el número de desaparecidos.
Los equipos de salvamento rescataron el miércoles a un superviviente que había quedado sepultado bajo ocho metros de escombros y también recuperaron cuatro cadáveres, lo que elevó a cinco las muertes confirmadas.
Según la cadena de televisión oficial CCTV, hay quince personas hospitalizadas por este suceso después de que otros dos heridos recibieran el alta este jueves.
Aunque en un principio se atribuyó el alud a causas naturales, posteriormente se denunció que la zona donde se produjo el desprendimiento era un vertedero de desechos de obras que había superado su capacidad hacía varios meses, una sospecha confirmada por la investigación de las autoridades.
La policía china detuvo esta semana a un directivo de la empresa que operaba la escombrera, Shenzhen Yixianlong Investment Development, en régimen de subcontrata de Luwei Property, la firma a la que el gobierno municipal adjudicó la gestión de la instalación, según informó la oficial Radio Nacional de China.